domingo, 4 de mayo de 2008

MANTRA PRAJNAPARAMITRA

Gate gate paragate parasamgate bodhi svaha

Viendo profundamente en los cinco skandhas[i], Avalokitesvara[ii] vio la naturaleza de interser y superó todo dolor. Se liberó completamente. Fue en ese estado de concentración profunda, de alegría, de liberación, que exclamó algo importante. Es por ello que su exclamación es un mantra.

Cuando dices algo así con todo tu ser, no sólo con la boca o el intelecto, sino con todo tu ser, eso puede cambiar el mundo. Una declaración que tiene tal poder de transformación se denomina un mantra.

El mantra de Avalokitesvara es: “Gate gate paragate parasamgate bodhi svaha.”

Gate significa ido. Ido del sufrimiento hacia la liberación del sufrimiento. Ido del olvido hacia la atención plena. Ido de la dualidad a la no‑dualidad. Gate gate significa ido; ido.

Paragate significa ido hasta la otra orilla. Es así que este mantra se dice con fuerza. Ido, ido, ido hasta la otra orilla.

En parasamgate, sam significa todos, la sangha, toda la comunidad de seres. Todos han ido hasta la otra orilla.

Bodhi es la luz interior, la iluminación o el despertar. La ves y la visión de la realidad te libera.

Y svaha es un grito de alegría y regocijo, como “¡Viva!”

Esto es lo que profirió el bodhisattva. Cuando escuchamos este mantra, debemos entrar en ese estado de atención, de concentración, para recibir la fuerza que emana del bodhisattva Avalokitesvara. No recitamos el Sutra del Corazón[iii] como si cantásemos una canción, o con el intelecto solamente. Si practicas la meditación sobre el vacío, si penetras la naturaleza del interser con todo tu corazón, tu cuerpo y tu mente, lograrás un estado de mucha concentración. Si entonces dices el mantra, con todo tu ser, el mantra tendrá poder y te permitirá tener una comunicación real, una comunión real con Avalokitesvara, y podrás transformarte hacia la iluminación. Este texto no es tan sólo para cantarlo, o para ponerlo en un altar y alabarlo. Se nos da como herramienta de trabajo para nuestra liberación, para la liberación de todos los seres. Es como una herramienta de labranza, que se nos da para que podamos trabajar la tierra. Este es el regalo de Avalokita.





[i] Skandhas (pali): los cinco agregados de que está compuesto el ser humano (forma o cuerpo, sentimientos o sensaciones, percepciones, formaciones volitivas o kármicas y consciencia o cognición). (N.T.)

[ii] Bodhisattva (sánscrito; pali: Bodhisatta): alguien que tiene la esencia (sattva) de la iluminación o sabiduría (bodhi).

Avalokitesvara (sánscrito; japonés: Kannon; tibetano: Chen Resig; chino: Kwan Um): el bodhisattva de la compasión. (N.T.)

[iii] Sutra (sánscrito; pali: sutta): enseñanzas del Buddha Shakyamuni preservadas en sánscrito y otros idiomas. El Sutra del Corazón (o sea, de la esencia) de la Perfección del Conocimiento es uno de los 38 Sutras de la Prajñaparamita o Sutras de la Perfección (paramita) del Conocimiento (prajña). (N.T.)

MÁS PUNTOS A CONSIDERAR: EL CIELO Y LA MENTE

Mucha gente desea meditar. Entienden que la meditación tiene que ver con la mente pero en general no saben con precisión que es la meditación.

Es un poco como el concepto del cielo. Todo mundo sabe que es el cielo; nadie dirá nunca, “¿El cielo? Yo no sé que es eso”. Pero la idea que uno tiene del cielo es muy imprecisa y hasta es raro encontrar a alguien capaz de definirlo. Si preguntas, “¿Qué es el cielo?”, la persona cuestionada señalará al firmamento y dirá, “Eso es el cielo”. De forma similar con la meditación: sabemos que existe, y a menudo pensamos que es hasta es de beneficio, pero no conocemos bien a bien que es.
¿Qué es el cielo?

Uno seguramente dirá que el sol está en el centro del cielo, y esta noción de centro implica que existen orillas o bordes. Una persona podría inclinarse a concebir el centro y los bordes en relación con un país pero el residente de otro país aplicaría la misma relación con su propia tierra. Esto es suficiente para demostrar que el centro del cielo y sus fronteras son solo nociones subjetivas y no una descripción completa de la realidad.

La gente que tiene la fortuna de vivir en Ensenada menciona muy seguido, “¡Que hermoso es el cielo aquí!”. Es por lo tanto factible delimitar una porción del cielo del cual podamos decir, “Esta parte del cielo es el cielo de Ensenada”.


Todo mundo sabe que el cielo es azul, pero pocos saben porqué. ¿De donde viene? ¿Es material? ¿Es inmaterial? ¿De que tamaño es?

La meditación tiene que ver con la mente. La mente es similar al cielo: sin forma, sin sustancia y sin dimensión. En cuanto al cielo, todo mundo sabe que existe pero muy pocos saben lo que realmente es. Al igual que el cielo, la mente no tiene centro, ni bordes o fronteras. Aún no tenemos la experiencia de su estado ilimitado; al contrario, reducimos el infinito a lo finito, y nos encerramos en los estrechos confines de la limitación subjetiva implícita en la noción de “nuestro cielo” cuando una persona de Ensenada, por ejemplo, habla del cielo como si pudiera cortarse un pedazo y definirse como específicamente relacionado con una región particular. Dentro de la mente infinita, sin centro ni límite, nos identificamos con una entidad muy reducida: el ego. De aquí surgen todos nuestros sufrimientos, tantos físicos como mentales.

Es verdad que ciertos tipos de sufrimiento están relacionados con circunstancias externas y que resulta posible encontrar soluciones materiales. Pero cuando enfrentamos el sufrimiento interno, las soluciones materiales no serán efectivas.

Imaginemos a un rey de un país floreciente y pacífico, bien resguardado de noche en su palacio. Este rey, quien posee todas las circunstancias externas de la felicidad, se haya durmiendo. En su sueño, aparece un enemigo que lo persigue y busca asesinarlo. El rey sufre ansiedad y miedo. El sufrimiento de su sueño no se aliviará con ningún remedio fuera de la mente del soñador. Similarmente podemos poseer todas las condiciones materiales necesarias para ser felices pero estas no ayudan cuando es la mente la que sufre. Solo la meditación y el camino espiritual nos ayudarán a liberarnos del sufrimiento, la ansiedad, y las dificultades interiores.


EL EGO Y LOS CINCO VENENOS.

Nuestra mente es fundamentalmente infinita. No está constreñida por las limitaciones de la existencia física. No existe el ego. Y aunque no existe, nosotros nos identificamos con este ego ilusorio. Se vuelve el centro y la piedra angular de todas nuestras relaciones. Todo aquello que confirma su existencia y le es favorable se convierte en un objeto de apego (en “y sin tan solo tuviera eso”). Todo aquello que amenaza su integridad se convierte en un enemigo, en una fuente de aversión (de un “y sin tan solo me deshiciera de esto”). La presencia del ego mismo disfraza la naturaleza verdadera de nuestra mente y la de todo fenómeno. Nos incapacita para discernir entre lo real e ilusorio. En este sentido, estamos prisioneros de la estupidez o melladura mental. El ego también genera la envidia hacia otras personas consideradas como rivales potenciales en cualquier área posible. Y el ego desea ser superior a otros, y esto engendra el orgullo.

El apego, la aversión, la estupidez, la envidia y el orgullo, son los cinco venenos básicos producidos por el aferramiento al ego. Ellos forman obstáculos irrevocables hacia la paz interior creando constantemente preocupaciones, problemas, dificultades, ansiedad, insatisfacción y sufrimiento, no solo para nosotros mismos sino también para los demás. Es obvio, por ejemplo, que la ira resulta en sufrimiento para uno mismo y los demás también.

El ego y los cinco venenos nos conducen a hacernos daño a nosotros mismos y a los demás, lo que produce impresiones en nuestra mente con un potencial kármico negativo.
La maduración de este potencial se expresará en el futuro en forma de circunstancias adversas y dolorosas.

El ego y su cortejo son pues nuestro verdadero enemigo –no el enemigo visible que puede ser derrotado con armas o medios materiales-, sino el invisible, el que solo puede vencerse con la meditación y siguiendo un camino espiritual. La ciencia contemporánea ha desarrollado armamentos extremadamente poderosos: bombas que pueden matar a cientos de miles de personas. No obstante, ninguna bomba puede aniquilar al ego y sus cinco venenos. En este dominio, la verdadera bomba nuclear es la meditación.


LA MENTE DE VACACIONES.

Nuestra mente, en su estado habitual, está siempre ocupada con pensamientos sujetos a los cinco venenos. Sobrevienen uno detrás del otro, a veces bajo la influencia de la aversión, a veces del apego, otras de la estupidez, algunas de la envidia y algunas más del orgullo. La intensidad de estos pensamientos puede variar grandemente pero lo cierto es que no existe un solo instante en que nuestra mente no se encuentre agitada con ellos.

Hace un día hermoso en las vacaciones: no hay trabajo que hacer, la comida está lista, no hay discusiones que soportar. Podemos sentarnos quieta y calladamente sin ninguna otra preocupación, y no obstante, nuestra mente se cansa. Perturbada continuamente, aún en formas sutiles, por el despliegue de los cinco venenos, la mente es incapaz de establecerse en una paz genuina. La mente no está de vacaciones. La mente solo vacaciona cuando medita. No porque la meditación permita la desaparición total de los pensamientos, sino porque estos pierden algo de su fuerza y sus contornos de desdibujan. Cuando esto sucede, la mente conoce una mayor paz y felicidad, y entonces descansa.

Los occidentales trabajan todo el año en una oficina o taller, y luego se van de vacaciones. Utilizan esta ocasión para salir a otros países o irse a la playa, a las montañas o al campo, con la intención de encontrar descanso y felicidad. Desafortunadamente, la mente misma no sale de vacaciones: los cinco venenos, la insatisfacción y las dificultades internas también son parte de este viaje. Así que solo obtenemos, a lo más, medias vacaciones. Solo la meditación puede proveernos de vacaciones completas.


LA MEDITACION EN LA VIDA DIARIA.

El principiante debe retirarse a un lugar tranquilo, adoptar una postura específica, permanecer en silencio, y respetar ciertas condiciones propiciatorias. A través del hábito y la experiencia, uno se hace eventualmente capaz de meditar bajo cualquier circunstancia: al caminar, trabajar, hablar, comer, etc. Cuando uno llega a ese punto, entonces puede disponer de mucho tiempo para meditar. Más aún, ya se puede mantener una mente relajada y serena bajo cualquier circunstancia. Esta experiencia de relajamiento y serenidad es meditación en sí misma.

Es también una experiencia de la libertad. La libertad es un valor al cual se le da un gran valor en estos días. Podemos gozar de todo tipo de libertades externas, pero mientras nuestra mente permanezca prisionera de sus venenos y pensamientos, no podremos ser libres.

Un conductor inexperto se tensa mucho cuando maneja; tiene temor de incurrir en un accidente o de no operar el vehículo apropiadamente. Cuando el conductor se acostumbra a manejar, puede conversar con el copiloto mientras mantiene presente todo lo que está haciendo. La conversación no le impide concentrarse en el manejo del automóvil o distinguir los señalamientos del camino. El meditador inexperto deberá, de igual manera, estar atento solamente al ejercicio de la meditación. Progresivamente, y conforme se desarrolla la capacidad, podrá continuar meditando mientras se hace otra cosa, como conversar o trabajar. Uno puede experimentar entonces una gran sensación de relajamiento y de genuina libertad en cada ocasión.


UN ROSTRO ABIERTO.

Al progresar en la práctica de la meditación, los venenos de la mente se hacen cada vez menos virulentos y los pensamientos disminuyen, y, aún cuando permanecen presentes, van perdiendo su carácter compulsivo y dejan de ocasionar sufrimiento. Nuestra mente se tranquiliza y conoce el gozo. Esto se refleja más tarde en nuestra apariencia física: nuestra cara se hace más abierta, más cálida y gozosa. Nos volvemos afables y placenteros. A los demás les gusta vernos con más frecuencia. Y es que la paz y la felicidad interiores se irradian hacia el mundo externo.


SUBJETIVIDAD.

Nuestra manera de percibir a las cosas y al mundo depende principalmente de nuestro estado mental. Supón que estás invitado a una cena por una persona hacia quien sientes un odio profundo. El lugar es agradable, la comida muy buena, y sin embargo, tu odio provoca que la comida te sepa horrible y el lugar te parezca feo. Cuando si, por otra parte, una persona muy querida te invita a un lugar deslustrado te sirven una comida mediocre, los platillos los percibirás deliciosos y al ambiente paradisíaco.

La diferencia es creada por nuestro modo de percepción, el cual a su vez está condicionado por nuestro apego o aversión.


LA MEDITACIÓN YA ESTÁ PRESENTE EN NOSOTROS.

La meditación no es algo que un Buda o un maestro espiritual pueda insertar en nuestra mente desde afuera. Ya se encuentra presente aunque solo que en estado potencial. Un maestro solo puede señalar hacia esta presencia latente y proveer los medios para que la descubramos nosotros mismos. Todos poseemos el estado de meditación pero no sabemos usarlo. Estamos en la misma situación que alguien que posee un automóvil pero no sabe conducirlo. El carro, por perfecto que sea, no puede ir solo a ninguna parte. Uno necesita recibir algún tiempo de instrucción y entrenamiento al final del cual el instructor nos permitirá conducir el auto que hasta entonces permanecía sin ser usado. De forma similar, tanto la meditación como la Budeidad ya se encuentran presentes en nosotros, pero, sin la debida ayuda de un instructor, somos incapaces de hacerlos operativos. Sería muy extraño poseer un auto excelente, y tenerlo para dejarlo en la cochera nada más porque uno no aprende a conducirlo. Es igualmente extraño permitir que el potencial de nuestra mente para despertar permanezca simplemente dormido porque no estamos dispuestos a realizar el esfuerzo, y porque carecemos de la perseverancia requerida para aprender a meditar.


PERSEVERANCIA.

Ir en carro de Ensenada a La Paz es un largo recorrido. Si nunca hemos hecho este viaje podremos quizás pensar que con unas horas será suficiente. Pero después de una hora en el camino podremos constatar que faltan muchos kilómetros por recorrer. Si esta perspectiva nos desanima, preferiremos detenernos hasta donde llegamos, y así nunca llegaremos a La Paz.

Similarmente, algunos se involucran con la meditación llenos de expectativas. Si después de algunos meses de práctica asidua (y algunos hasta en pocos días) no logran los resultados que esperaban, se aburren y se dan por vencidos. Una travesía larga en automóvil es cansada, y es por eso que vamos haciendo pausas para beber y comer. Cuando la fatiga afecta nuestra meditación, más que ceder ante la frustración o el desinterés, nos tomamos un descanso para relajar la mente, y luego retomamos el camino.

Los principiantes aprecian en lo general la meditación pero encuentran difícil sostener el esfuerzo. Tienen confianza en el camino y poseen la inteligencia necesaria para entenderla, pero a menudo carecen de la diligencia y perseverancia fundamentales.

Los intentos iniciales de la meditación están a menudo mezclados con grandes expectativas de obtener experiencias extraordinarias rápidamente. Esta expectativa se hace añicos porque no hay tantas experiencias maravillosas ni estados extraordinarios. Tenemos prisa, pero el mundo interior no hace caso de nuestra impaciencia. Desanimados, intentamos otro camino, el cual a su vez nos decepciona, y entonces tratamos con otro, y otro más.
¿Cómo podemos progresar bajo estas condiciones?

Imaginemos que deseamos cultivar una flor: preparamos la tierra, sembramos la semilla, la regamos, la fertilizamos. Pronto aparece un brote, que no tienen nada en común con la belleza extraordinaria de la flor que intentamos cultivar. Decepcionados, arrancamos la planta, y, pensando hacerlo mejor esta vez, sembramos otra semilla. El resultado será inevitablemente el mismo. Y podemos sembrar tantas semillas como queramos pero así nunca veremos la flor. La paciencia y el cuidado constante de la planta son necesarios para que algún día brote esa flor. La meditación requiere también de tiempo y dedicación antes de fructificar. La paciencia, la perseverancia y la regularidad traerán consigo algún día el florecimiento de la espléndida flor de la mente despierta. El meditar, aunque sean solo diez minutos por día, pero sin falta, ya es de suyo beneficioso. El continuar con esta regularidad durante meses y años, producirá con toda certeza un gran progreso.


EL SABOR DE LA MEDITACIÓN.

El entender los beneficios de la meditación es imposible sin la experiencia personal, como imposible es comprender el sabor de un alimento desconocido. Si nunca has saboreado el chocolate y me pides que te explique su sabor, podría decirte:
“¡Ummmm, es muy sabroso!”
-“¿Pero que tan sabroso?”
“Bueno, es dulce y amargo”
-“Pero, ¿Qué tan dulce y que tan amargo?”

Si seguimos acumulando información quizás obtengas una idea aproximada del chocolate, pero permanecerá más o menos como un misterio hasta que no pongas un trozo de chocolate en tu boca y lo saborees. Entonces sabrás sin duda alguna su sabor. Así mismo, una explicación muy detallada de los beneficios de la meditación será siempre incapaz de inducir un entendimiento cabal de estos. Solo la práctica personal y la experiencia directa permitirán descubrir su genuino sabor.

martes, 29 de abril de 2008

TEXTOS CURSO BASICO

- MEDITACION - SHINÉ
- Shamatta
- MANTRA PRAJNAPARAMITRA
- MÁS PUNTOS A CONSIDERAR: EL CIELO Y LA MENTE
- ¿PORQUE MEDITAMOS ?
- PRELIMINARES DEL CUERPO
- GUIA DE MEDITACION SHAMATA O DE ESTABILIDAD DE LA ATENCION
- SHINÉ: el camino de la calma mental (Shamatta)
- EL SUTRA DEL CORAZÓN
- VACUIDAD
- TRABAJANDO CON LAS EMOCIONES
- VISION, MEDITACIÓN Y ACCION
- LAS CUATRO VERDADES NOBLES y EL CLIMA
- LA ATENCIÓN PLENA (SATI)
- NUESTRAS REACCIONES AL DUKKHA
- LAS CUATRO VERDADES FUNDAMENTALES
- LOS CINCO PRECEPTOS
- LOS CUATRO RECORDATORIOS I
- LOS CUATRO RECORDATORIOS II
- LOS CUATRO RECORDATORIOS III
- LOS CUATRO RECORDATORIOS IV

MEDITACION - SHINÉ

Introducción.

Los seres humanos estamos afligidos por el sufrimiento, la ansiedad, la insatisfacción, y numerosos temores, los cuales estamos incapacitados de evitar. La función o el propósito de la meditación, es poder eliminar todo esto.

Tendemos a pensar que la felicidad y el sufrimiento provienen de circunstancias externas. Estamos preocupados constantemente en reorganizar el mundo de una u otra manera, intentamos liberarnos de un poquito de sufrimiento por aquí, y acumular un poquito de felicidad por allá, sin obtener nunca el resultado deseado.

Desde el punto de vista del Budadarma y también de la meditación, la felicidad y el FIS (Frustración, Insatisfacción, Sufrimiento) no dependen fundamentalmente de las circunstancias externas, sino de la mente misma. Una actitud mental positiva engendra felicidad; una actitud mental negativa produce FIS.

¿Como podemos entender este error de percepción que nos hace buscar afuera aquello que solo podemos encontrar adentro? Una persona con el rostro limpio que se mira en el espejo no puede sino ver un rostro limpio reflejado ahí. Por otra parte, una persona con el rostro sucio solo puede ver reflejada una cara sucia en ese espejo. El reflejo del espejo no tiene existencia real, desde su propio lado; solo existe el rostro reflejado. Olvidamos la cara y tomamos su reflejo como real y verdadero.

La naturaleza positiva o negativa de la mente se refleja en las apariencias externas que nos rodean, las que a su vez nos reflejan nuestra propia imagen. Esta manifestación externa es un eco de la calidad de nuestro mundo interior. La felicidad que anhelamos nunca vendrá de reestructurar el mundo que nos rodea, sino de reformar el mundo interior.

El sufrimiento indeseado cesará si, y solo si, dejamos de entintar nuestra mente con negatividad. Mientras no reconozcamos que tanto la felicidad como el sufrimiento tienen su fuente en nuestra propia mente, y no sepamos como distinguir entre aquello que es nocivo y aquello que es útil a nuestra mente, seguiremos sin establecer un estado de felicidad genuina; seguiremos incapaces de evitar la continua reaparición del FIS. Sin importar nuestras esperanzas, nos decepcionaremos siempre.

Si descubrimos que en el reflejo del espejo que nuestra cara está sucia y tratamos de limpiar el espejo, podremos tallarlo durante años sin producir ninguna diferencia.

Ni la más pequeña partícula de mugre desaparecerá del reflejo. Toda vez que nuestros esfuerzos no están dirigidos al objeto correcto, serán absolutamente vanos. Este es uno de los principios fundamentales del Budadarma y de la meditación: la comprensión de que la felicidad y el sufrimiento no dependen del mundo externo sino de nuestra propia mente. Sin entender esto, nunca miraremos hacia adentro, y continuaremos enfocando inútilmente nuestra energía y esperanzas en búsquedas externas. Pero al entenderlo, podremos lavarnos la cara, y entonces el reflejo aparecerá limpio en el espejo.

CONDICIONES UTILES PARA LA MEDITACION.

La meditación concierne a la mente. No obstante, una meditación efectiva requiere la presencia de algunas condiciones útiles sin las cuales nuestros esfuerzos serán infructuosos.

Primero: habiendo entendido que la felicidad y el sufrimiento dependen esencialmente de nuestra mente, debemos generar una aspiración intensa para meditar, y sentir gozo ante este prospecto.

Segundo: es necesaria la guía de un instructor para indicarnos como meditar. Si decidiéramos aventurarnos por una región desconocida y sin cartografiar y no contamos con la ayuda de un guía, podríamos no arribar nunca a nuestro destino. Dejado al azar, podríamos perdernos o tomar desviaciones. De manera similar, sin un maestro para guiar nuestra meditación solamente nos perderíamos en las encrucijadas.

Tercero: el lugar para meditar es importante, en particular para los principiantes. Las circunstancias en las que actualmente vivimos ejercen una influencia limitante sobre nosotros incitando una gran profusión de pensamientos discursivos paralizando así nuestros intentos para meditar. Es por eso que es necesario retirarse a un lugar razonablemente libre de distracciones y actividades mundanas. Una animal salvaje de la montaña no puede resistir la agitación de la ciudad; de la misma suerte nuestra mente no puede desarrollarse en condiciones adonde reinan distracciones continuas y tentaciones externas.

COMO MEDITAR

Una vez en un lugar aislado, podemos liberar al cuerpo de su actividad externa, liberar la mente de los pensamientos sobre el pasado y el futuro, y liberar a nuestra palabra de la conversación profana.

Nuestro cuerpo, palabra y mente pueden ahora reposar en un estado de relajación natural.

La postura del cuerpo es importante ya que está recorrido por una intrincada red de canales sutiles de energía llamados nadis por los cuales circula el prana. La producción de pensamientos está íntimamente ligada a la circulación de estos vientos. La agitación del cuerpo ocasiona la agitación de los canales y de los vientos que en ellos circulan, lo que a su vez induce una turbulencia mental.

La actividad de la palabra o comunicación, la articulación de sonidos, depende también de la actividad de los vientos. Hablar demasiado los perturba y aumenta la producción de pensamientos, mientras que si permanece silenciosa coadyuva a la meditación.

De esta forma, la tranquilidad de la palabra crea las condiciones propicias para la tranquilidad interior al evitar la producción de excesiva de pensamientos. Al igual que un jinete se siente a gusto cuando lleva bien las riendas de su montura, la mente se relajará cuando el cuerpo y la comunicación se encuentren bajo control.

Existen algunas nociones falsas sobre la meditación. Para algunos, la meditación es revisión y análisis de los eventos cotidianos o de los días, meses o años pasados. Para otros, la meditación significa ponderación del futuro, planificar con antelación y proyectar escenarios de vida a corto o largo plazo. Ambos enfoques son erróneos. La producción de pensamientos acerca del pasado o el futuro es en sí mismo contradictorio con la calma y el sosiego mental aunque el cuerpo y la comunicación permanezcan inactivos. Si una práctica o ejercicio cualquiera no conduce a la paz interior, entonces no es meditación.

Aquellos que no persiguen el pasado ni el futuro pueden llegar a asentarse en un estado de vaguedad y letargo cercano al sopor que induce una gran fatiga. La mente mora en una indeterminación oscura que puede parecer positiva porque la mente se mira contenta y relajada. Sin embargo, carece de toda lucidez y esto puede incitar el sopor y el letargo que a menudo son contrarrestados con un flujo incontrolable de pensamientos.

La verdadera meditación evita ambos extremos erróneos. La mente ni se preocupa con el pasado ni pondera el futuro, sino que se encuentra en el presente en un estado de calma y lucidez. Nuestra mente puede compararse con el océano. Durante la noche solo lo percibimos como una masa oscura e indefinida. Pero de día podemos percibir con claridad hasta el más ínfimo detalle del color, las ondas, las rocas, la espuma y la profundidad. Ulteriormente, deberíamos ser tan claramente conscientes de nuestra situación interior como lo somos del mar durante un día soleado. Si a la mente se le permite relajarse, lo mismo que al oleaje, la agitación cesa y la mente se aquieta. Esta es la quietud interior, o punto mental de quietud, o en tibetano, Shiné.

El Shiné se desarrolla por varios métodos. Por ejemplo, un principiante puede visualizar una esferita de luz blanca a nivel del entrecejo y concentrarse en ella en la medida de sus mejores capacidades. También puede uno concentrarse en la recolección del respirar, manteniéndose atento a la inhalación y exhalación, o solo reposar la mente en un estado libre de distracción sin tomar ningún objeto en particular como foco de la concentración. El emplear cualquiera de estos tres métodos ayudará para aprender a meditar, y se resumen enseguida.

· Concentración en una esferita de luz en el entrecejo
· La atención a la respiración o recolección del respirar
· Reposo sin distracción y sin objeto de concentración

Además es siempre es importante aproximarse a la meditación con una mente espaciosa y abierta, sin fijaciones ni expectativas sobre si la meditación resultará buena o con temores de que podrá resultar mala. La mente deberá estar relajada y libre, y ser muy vasta. El meditador deberá estar libre de los obstáculos de la esperanza de obtener una buena meditación o de los temores de experimentar una mala.

Algunas veces, experimentamos durante la meditación estados de paz y felicidad. Nos sentimos satisfechos y nos regocijamos de haber tenido una buena meditación. Pero otras veces nuestra mente está perturbada con muchos pensamientos durante la sesión y tristemente nos juzgamos a nosotros mismos como a malos meditadores. Regocijarse en una buena meditación y apegarse a las experiencias placenteras lo mismo que entristecerse por una mala sesión y generar aversión al evento, son ambas actitudes inapropiadas. Si la meditación es buena o mala, eso no importa. Lo único importante es, simplemente, meditar.

En los estadios tempranos de la meditación algunos principiantes pueden tener experiencias gratas a las cuales se apegan esperando además que se repitan. Cuando esto no sucede, se decepcionan y hasta abandonan la meditación. En una travesía larga uno viaja a veces en caminos buenos, a veces en caminos malos. Si nos detenemos constantemente a deleitarnos con el encanto de las partes agradables de la travesía, o si las partes difíciles de los caminos malos nos incitan a abandonar la travesía, entonces no llegaremos nunca a nuestro destino. Sin importar si los caminos son buenos o malos, nosotros debemos perseverar sin preocuparnos por las dificultades ni aferrarnos a los momentos placenteros.

Es por esto que los principiantes deberán limitarse a sesiones cortas de 5,10 o hasta 15 minutos. Y aún si la meditación va marchando de maravilla, suspenderla. Y luego, si nos queda más tiempo, tener una segunda sesión después de una pausa. Es mejor proceder a realizar varias sesiones cortas que embarcarse en una muy larga. Aunque una sesión larga comience muy bien, el meditador novicio corre el riesgo de caer en dificultades o de extenuarse.

LOS FRUTOS DE LA MEDITACION.

Al comienzo nuestra mente no es capaz de permanecer estable y reposada por mucho tiempo. Sin embargo, con consistencia y perseverancia, gradualmente se desarrollarán la calma y la estabilidad. Sentiremos también una sensación de mayor sosiego físico y emocional. Adicionalmente, la fortaleza de las circunstancias externas tanto afortunadas como desafortunadas –que inicialmente son muy poderosas-, irá disminuyendo al irnos des-esclavizando de ellas. Al ir profundizando nuestra experiencia de la verdadera naturaleza de la mente, esa influencia externa disminuirá y nosotros nos fortaleceremos.

Pero el fruto final es la obtención del Perfecto Despertar o Budeidad. En este punto no solo nos liberaremos de las circunstancias externas sino del samsara o existencia condicionada y de todo el sufrimiento que genera. Y al mismo tiempo tendremos la capacidad efectiva de ayudar a otros.

El camino de la meditación se divide en dos etapas. La primera es conocida como Shiné (quietud o sosiego mental o Shamatta) en la que gradualmente aquietamos nuestra agitación interior. La segunda es llamada Lhatong (visión superior o Vipassana) que conduce a eliminar el apego al “yo” que es el origen del ciclo de la existencia condicionada.

Solo el camino interior conduce al Despertar. No existe sustancia o invento externo que tenga ese poder.


CONCLUSIONES.

Involucrarse en el camino de la meditación demanda que uno conozca su meta o aspiración, los métodos a utilizar, y los resultados a obtener:

· Reconocer que la fuente de toda felicidad y sufrimiento es la mente misma; en consecuencia, solo el entrenamiento de la mente nos permite eliminar el sufrimiento y establecer una felicidad genuina y duradera.

· Conocer las condiciones de apoyo necesarias: la aspiración o deseo por meditar, contar con un instructor calificado, y acceso a un lugar tranquilo.

· Saber como establecer la mente en meditación: sin perseguir pensamientos del pasado o futuro, manteniendo la mente en el presente en un estado de apertura, lúcida y relajada, mientras que reposa en el objeto de concentración.

· Conocer los frutos provisionales y ulteriores de la meditación: serenidad, libertad de las circunstancias y finalmente, el Despertar o la Budeidad.

viernes, 25 de abril de 2008

Shamatta

Shamatta es el arte de la meditación:
es el "traer la mente a casa",
el recobrar la morada interior,
desarrollar el espacio de quietud,
aprender estar a solas consigo mismo en su propio cuarto.
abrir las ventanas de la morada del alma, no para que entre la luz, sino para que esta salga.

La mente es la fuente de toda felicidad y sufrimiento.
Si logramos aquietar su agitación, su neurosis,
entonces podemos ver la realidad tal cual es,
disipar las ilusiones, y evitar la frustración y el sufrimiento.

Su práctica mejora la salud física, emocional y mental,
fortalece la concentración y estabiliza la atención,
y nos permite actuar, en vez de solo reaccionar.

jueves, 17 de abril de 2008

MENSAJE GYATRUL RIMPOCHE Y BIOGRAFIA TEGLO RIMPOCHE

Extracto del breve mensaje del Ven. Gyatrul Rimpoché, mentor de los Yeshe Nyingpo en la costa del Pacífico, en relación a la primera visita de Tulku Theglo Rimpoché a Occidente.

En cuanto a mí, que he tenido la oportunidad de experimentar directamente a este terton (descubridor de tesoros espirituales; (n. del t.) les puedo asegurar que proviene directamente de Gurú Padmasambhava (quien profetizó cuales de sus discípulos encontrarían que tesoros en el futuro; n. del T.) y que sus bendiciones beneficiarán a todo el país así como a incontables seres sintientes.

Es importante que todos nuestros amigos del dharma hagan todo esfuerzo posible para no desperdiciar esta rara oportunidad de recibir sus enseñanzas.

De entre los 108 grandes tertons, Kunzang Nyima no tiene rival, y no solo eso, los maestros capaces de impartir auténticas facultaciones en estos tiempos de deterioro y degeneración, prácticamente han desaparecido de nuestro mundo. Por eso es que pido porque todos hagamos el mejor uso posible de esta preciosa oportunidad de renacimiento humano y seamos capaces de establecer una conexión con la sabiduría de los tres kayas de la naturaleza Búdica de Gurú Padmasambhava tan pronto como sea posible.

Una biografía breve de Turku Theglo Rimpoché, también conocido como Padma Theg Chog Tanpsì Gyaltsan

Mi padre fue Dzongter Kunzang Nyima, conocido también como Rigdzin Nuden Dorje, y mi madre fue Rintso, de la familia Tug gya.
De entre los ochos hijos espirituales de de Tragthung Dudjom Lingpa, yo fui reconocido por Jamyang Khentse Chokyi Lodru comom la encarnación de su segundo hijo, Padma Dorje. Cuando tenía cinco años me entronizaron y a la edad de diez ingresé al monasterio Dodrubchen en Golog adonde comencé con mis estudios formales.

Estudié bajo la guía de cuatro grandes Khenpos de ese monasterio -Khenpo Gangnam, Thrindar, Wangdei Gyangtrul Dondrub Dorje y Washul Khenpo Lodru.
Recibí facultaciones de Dzongsar Khentsei Jamyang Chokyi
Lodru, Dzogchen Rimpoché Jigdral Changchub Dorje, Shechen
Kongtrul Rimpoché Padma Lekpai Lodru, de Dodrubchen Tubten
Thrinley Palzangpo, Dodrubchen Rigdzin Tenpai Gyaltsen también conocido como Rigdzin Jalu Dorje, Dungkar Chogtrul Ngedon Gyatso y otros.

Las facultaciones que recibí incluyeron el Rinchen Terzod. Las trece sadhanas del linaje Kama, el Nyingthig Yabzhi, el Nyingthig Tsapod, el Dupa Do, las dieciocho divisiones sobre el significado de de la categoría mental, el Puente Diamantino de la categoría del espacio, el Damcho, el Dechen lamchog, los tres aspectos de Kagyad, el Sakya'i kunrig, las etapas de generación y logro de la liberación a través de la escucha, incluyendo todas las transmisiones leídas.

De mi padre Dzongter Kunzang Nyima recibí las transmisiones completas de todo el terma de Tragthung Dudjom Lingpa. Entre los tesoros de mi padre estaban sesenta volúmenes de los cuales recibí todas las facultaciones y transmisiones. No obstante, debido a las circunstancias del tiempo, en el presente ya solo quedan veintisiete de esos volúmenes.

El upadesha Dzogchen que recibí de mi padre, incluye el Dzogchen Nanjang y el comentario del Chad en varias ocasiones.
Adiconalmente, recibí el Tantra Nelug Rangjung y el Tantra Sherig Dorje Nonpo, el retiro Togal de seis meses y la práctica Togyal de 108 días. Recibí el tsalung de Vajrakilaya y de mi padre en particular recibí la transmisión Dzogchen extremadamente secreta que él estaba autorizado por su Mentor de Origen expresamente a transmitirla solo tres veces en su vida.

De mi padre recibí también su terma de enseñanzas Dzogchen llamadas “Ver Directamente la Naturaleza Fundamental” y el método de colocación llamado la Luminosidad Llameante.

Ahora, en cuanto a mis propias actividades de la propagación de estos linajes, he impartido las facultaciones completas del terma de
Tragthung Dudjom Lingpa en cuatro ocasiones. Una vez en Serta Golog, Tibet; otra por invitación de Chadral Sangye Dorje en Siliguri, India; en otra ocasión en Landow, China, y en las márgenes del Lago Kokonor.

También he impartido cuatro veces las facultaciones completas del tesoro de mi padre. Una vez en Serta, después en Landow, en Parping, Nepal, y en el Lago Kokonor. En Parping se impartieron por petición expresa de Chadral Rimpoché, las que incluyeron el Dudjom Vajrakilaya, el Phurba Deshek Nyingpo y el Troma Nagmo. También impartí las transmisiones para el Dzogchen Nangjang y el Nelug Rangjung.

En el retiro de Chadral Rimpoché di las facultaciones para Yumka
Dechen Gyalmo y Lhadrub Thigley Gyachen de la tradición del Longchen Nyingthig. En este retiro en Gotabhari Nepal impartí las facultaciones de las tres raíces del así como el Lhadrub Thigley Gyachen.

Para mencionar algunos de los receptores de estas transmisiones los principales fueron el tercer Dudjom Rimpoché, Ahpang Chogtrul Tsepo, Dungkar Chogtrul Chokyi Gyaltsan, Lama Padma Tumpo, Chogtrul Hungkar Dorje, Chogtrul Kabu kye, Sogtrul, Zhalpa Rimpoché, Wanggyal, Chogtrul Odzer, Chogtrul Kunzang Nyima, Jamyang Tragpa, Chogtrul Jamyang Trodral, Terton Tulku
Drongdzong, Terton Tulku Thrinley Tendzin, Tulku Tubten Rigdzin
y muchos otros.

Mi proyecto de vida principal ha sido crear una ópera que represente la vida y obra de los Bodisatvas en concordancia con la petición que me hizo el cuarto Dodrubchen Rimpoché, Rigdzin Jalu Dorje. En el presente me encuentro desarrollando una ópera sobre la carrera de caballos de le Épica del Rey Guésar de Ling así como una biografía del príncipe Drimed Kundun. Estas óperas ya se encuentran disponibles en formato DVD y han sido del agrado de muchos maestros.

martes, 5 de febrero de 2008

ORACION LONGCHEN NYINTIK PARA LA MESA

Recordemos comer
para todos los Budas dentro,
y pensemos renacer
adonde ya no tomemos alimento
y el alimento renazca
adonde ya no sea comido.

TURN-PA LA-MA SANGYE RIMPOCHE
KYO-BA LA-MA DOM-CHO RIMPOCHE
DEN-PA LA-MA GUEN-DUN RIMPOCHE
KYAB-NEI KUN-CHOK-SUM-LA CHER-PA PUL

Que el Lama, el Buda,
el Darma y la Sanga,
me bendigan al tomar este alimento,
que me dé la fortaleza
para cumplir con los votos de Bodisatva
hasta que todos los seres
se liberen del Samsara.

sábado, 19 de enero de 2008

FRASES de TOMA de REFUGIO

FRASES de TOMA de REFUGIO en SANSCRITO y TIBETANO

NAMO GURUBHYE

LA-MA NAM-LA KYAB-SU-CHIO

Tomo refugio en el Lama


NAMO BUDHAYE

SANG-YE NAM-LA KYAB-SU-CHIO

Tomo refugio en el Buda


NAMO DHARMAYE

CHÖ NAM-LA KYAB-SU-CHIO

Tomo refugio en el Darma


NAMO SANGHAYE

GEN-DÜN NAM-LA KYAB-SU-CHIO

Tomo refugio en la Sanga

miércoles, 16 de enero de 2008

LAMA DAWA CHODAK RIMPOCHE. Curso introductorio de Budhismo Tibetano


Itinerario de LAMA DAWA en Ensenada, BC - Enero 17 al 28 del 2008 (Sujeto a modificaciones por indicaciones del Lama)




Durante Diciembre y Enero se dará un curso introductorio a los temas que abordará Lama Dawa en el recinto del Yeshe Nyingpo en La Milpa

Jueves 17
9am -12md / Votos de Refugio, previa cita al tel. 176-7848 con Padma
Cada media hora. Se ampliará al día siguiente si no alcanzan todos.
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el significado del Refugio

Viernes 18
9am –12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre Ngondro Especial del Linaje del Tesoro de Dudjom

Sábado 19
9am –12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el Ngondro Ordinario: Los Cuatro Recordatorios que giran la mente hacia el Dharma

Domingo 20
9 -12am y 2 - 5pm Práctica Intensiva de Ngondro

Lunes 21
9am – 12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el Bodhicitta – el cultivo de la mente compasiva

Martes 22
9am – 12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre Acumulación de Mérito – el cultivo de la generosidad

Miércoles 23. Descanso y Preparativos para el Retiro

Jueves 24 – Lunes 28 // Retiro Vajra Armor: Primer Nivel




DE LOS DONATIVOS SUGERIDOS

(leer documento sobre práctica del D A N A (click)).
Dana para Enseñanza y Práctica:
$15 US/sesión individual ($10 asistentes a Retiro)
$70 US por las 6 sesiones ($50 asistentes a Retiro) x pago anticipado.
Dana en Consultas del Espejo: $15 US por pregunta

DE LOS LUGARES.


Lugar de Entrevistas. Se confirmará oportunamente


Lugar de Enseñanzas y Práctica. Salón Interior en La Milpa Av. Espinoza #246 sujeto a cambio por indicaciones del Lama y si el cupo es rebasado.


Lugar para Retiro: Centro de Retiros Católico “Santa María” en San Antonio de las Minas, ubicado a 30 min. de la Ciudad de Ensenada


DEL CUPO DE ENSEÑANZAS y PRÁCTICA.

Limitado a 25 personas. Se sugiere inscripción anticipada.


DEL RETIRO.

domingo, 13 de enero de 2008

YESHE NYINGPO MEXICO



El Buda Shakyamuni

El príncipe Siddhartha nació como hijo primogénito de una familia real en el Noreste de la India hace más de 2500 años, en el Siglo VI AC. Su nacimiento estuvo precedido de presagios que llevaron a hombres sabios de la región a ver al recién nacido príncipe, pronosticando que éste, dependiendo de su educación y circunstancias, se convertiría, o en un gran rey, o en un gran maestro espiritual. Su padre, optando por la gloria que significaría para su familia el que se convirtiera en un gran rey, decidió crearle un ambiente protector, rodearle de placeres, y aislarle de los acontecimientos ordinarios de la existencia.

Siendo un joven, Siddharta vivió enclaustrado en sus palacios diseñados y construidos ex-profeso, rodeado de todos los lujos, comodidades y bellezas. A la edad de veintiocho años se aventuró más allá de los confines de su vida privilegiada en el palacio y por primera vez conoció el sufrimiento humano de la existencia en términos de vejez, enfermedad y muerte. Impresionado profundamente, movido por la compasión y el compromiso con los demás, y reconociendo que él también enfrentaría el mismo sufrimiento, renunció a su vida palaciega, y se dedicó a buscar la conquista de la liberación última del sufrimiento y de su origen.

Durante los siguientes seis años meditó y practicó intensamente en los bosques, investigando la naturaleza de la mente, lo que le llevó a una profunda realización espiritual.

Mientras estaba sentado bajo el Arbol del Bodhi, alcanzó finalmente el estado de la iluminación perfecta, con la cual se liberó de todas las aflicciones mentales, y todas las virtudes fueron maduradas completamente. El Príncipe se convirtió entonces en el Buda Shakyamuni. A partir de ello, se dedicó enteramente al servicio de otros durante cincuenta años, enseñando las verdaderas causas del sufrimiento y el camino hacia la liberación y la iluminación, hasta abandonar el mundo a la edad de ochenta.


El Budadarma es una Tradición Espiritual Mundial con más de 500 millones de adherentes, con un rápido crecimiento de estudiantes y practicantes en Europa y América.



S.S. Dudjom Rimpoché

Su Santidad Dudjom Rimpoché (1904-1987), fue la encarnación de uno de los veinticinco discípulos originales de Guru Rimpoché, y es considerado como uno de los más grandes maestros de meditación, erudición y poesía Budadarma de este siglo. Su Santidad fue la Cabeza Suprema de la Tradición Nyingmapa del Budadarma Tibetano, que data desde Padmasambhava. Como fundador de numerosos centros de meditación Yeshe Nyingpo, sus actividades fueron extensas, uniendo culturas y abarcando siglos de sabiduría. Su Santidad fue un autor prolífico y un Terton, o revelador de tesoros espirituales, responsable de muchas plegarias, únicas por su poder y belleza, y particularmente benéficas para nuestro tiempo. Su reencarnación, nacida en 1991, ha sido formalmente reconocido por S.S. el Dalai Lama. El poder de su aspiración es tal, que sus emanaciones benefician a los seres doquiera que las circunstancias sean propicias.

Ven. Gyatrul Rimpoché

El Venerable Gyatrul Rimpoché nació en la Provincia China de Sichuan cerca de la frontera Tibetana en 1925. A la edad de siete años, fue reconocido como un ‘’tulku’’ o rencarnación consciente de un ser espiritual. y reinvestido como Tulku del Monasterio de Dhomang. Rimpoché paso muchos años en retiro con algunos de los más grandes Lamas del Tibet y es un maestro altamente calificado del Budadarma Vajrayana. En 1959, debido a la invasión China al Tibet, Rimpoché emigró de su tierra natal a través de los Himalayas junto con otros 20,000 tibetanos, llegando con sólo 200 sobrevivientes a la India un año después. Allí vivió durante 12 años. En 1972 viajó a Norteamérica a impartir enseñanza a solicitud expresa de S.S. el Dalai Lama, adonde vivió y enseñó en Canadá, Hawaii, Massachusetts y San Francisco, antes de establecerse en 1979 en Ashland, Oregon. Su Santidad Dudjom Rimpoché designó a Gyatrul Rimpoché en 1976 como su representante espiritual y Director de Yeshe Nyingpo en la Región Pacífico. Rimpoché ha establecido varios centros en la Costa Occidental, y ha viajado y enseñado a miles de estudiantes en EUA y diversas partes del mundo.
Por razones propias de su avanzada edad y la fragilidad de su salud producto de las precarias condiciones de los refugiados en la India, Rimpoché se encuentra actualmente en semi-retiro y ha disminuido considerablemente la intensidad de sus actividades. Sin embargo, se mantiene en comunicación permanente con todos los centros y en íntima comunión con sus estudiantes desde su actual residencia en el área de San Francisco, California.

Gyatrul Rimpoché es muy querido por su gran chispa y sentido del humor, su inagotable compasión, su extraordinaria percepción, y su genuina humildad. Sus habilidosas técnicas de enseñanza han expuesto a sus alumnos el profundo camino del Vajrayana en forma única y amorosa.






Yeshe Nyingpo -Tashi Choling

Yeshe Nyingpo -Quinta Esencia de la Sabiduría Primigenia- es una organización educativa y espiritual no lucrativa fundada por S.S. Dudjom Rimpoché y el Venerable Gyatrul Rimpoché. Esta consiste en centros de meditación ubicados en Portland, Newport, Ashland, San Francisco, y Los Angeles, en los EUA, y en Ensenada, México.
Yeshe Nyingpo está dedicada a la preservación y transmisión de las antiguas enseñanzas de arte, ciencia y meditación Budadarma.

Tashi Choling, localizado en una extensión de 30 has., ubicado en el Valle Colestin cerca de Ashland, Oregon, es el principal centro de retiro de los Yeshe Nyingpo Región Pacífico. Fue fundado en 1978 por Gyatrul Rimpoché y consagrado en 1980 pr S.S. Dudjom Rimpoché. Desde entonces Gyatrul Rimpoché ha trabajado incansablemente para desarrollar éstas instalaciones hasta su esplendor actual. Una estatua de 10.5 mts. de Vajrasattva, dos estatuas de Tara, una estatua de Amitabha, un templo tradicional y la residencia del Lama, han sido todos construidos y patrocinados con la ayuda generosa de benefactores y voluntarios. Muchos estudiantes viven en el valle que rodea el templo y se reúnen regularmente para la enseñanza y la práctica. Los alrededores son un refugio a la vida silvestre al mismo tiempo que ofrecen un lugar de gran serenidad y belleza a los seres humanos.

El Presente

Han pasado cuarenta años desde la destrucción de la antigua tradición del Budadarma en Tibet. Actualmente ya son muy pocos quienes están calificados para enseñar los métodos auténticos utilizados en el arte sacro y ritual Tibetanos. En Yeshe Nyingpo y Tashi Choling tenemos la oportunidad única para estudiar estas disciplinas en un ambiente apropiado.

Puesto que todos los seres humanos deseamos por igual ser felices y liberarnos del sufrimiento, la preservación y práctica del Budadarma Tibetano, sus artes y su ciencia, pueden ser genuinamente benéficas no solo para los Tibetanos, sino para la humanidad entera. Si bien el cambio es inevitable hoy día para todas las culturas tradicionales, al establecer un apoyo educativo para el Budadarma en Occidente, podemos crear un puente cultural con el Oriente, asegurando así la continuidad de las tradiciones sagradas del Tibet.

Las Metas

El propósito de Yeshe Nyingpo y Tashi Choling es proveer un lugar que ofrezca refugio a la confusión y el bullicio de la sociedad moderna para el logro de la contemplación y el estudio del Budadarma. A medida que Yeshe Nyingpo y Tashi Choling crezcan, esperamos cumplir con la revelación inspirada y profética de S.S. Dudjom Rimpoché y Gyatrul Rimpoché, haciendo de este centro un lugar en donde el estudio y la práctica del Budadarma Vajrayana puedan florecer. A través de su generosidad y apoyo, puede unirse a nosotros para hacer de este proyecto un éxito. Su donativo será reconocido en una ceremonia de consagración de la virtud en su nombre, a beneficio de todos los seres.





Padmasambhava

Padmasambhava, también conocido como Guru Rimpoché, o Maestro Precioso (valioso como una joya), es considerado como una emanación directa del Buda. En el Siglo VIII tuvo un papel crucial al llevar el Dharma de la India al Tibet. En esa época el Rey Trison Deutsen del Tibet, había encontrado muchos obstáculos para lograr su sueño de establecer el Budadarma en su país. Y habiendo escuchado acerca del gran poder espiritual del maestro Dharma de la India, Padmasambhava, lo invitó al Tibet, adonde Guru Rimpoché sometió y transformó las influencias nocivas que estaban obstruyendo el florecimiento del Budadarma. En lo sucesivo, Gurú Rimpoché y su discípula principal y compañera espiritual, Yeshe Tsogyal, viajaron a través del Tibet enseñando las teorías y prácticas esotéricas del Budadarma Vajrayana, mediante el cual se puede obtener la iluminación en el transcurso de una vida. Esta tradición de práctica espiritual ha pasado a través de un linaje ininterrumpido hasta nuestros días, de un maestro realizado a un discípulo.

El Budadarma en Tibet

El Budadarma viajó al Oriente desde la India, hacia China, Tibet y otros países vecinos. Durante el Siglo VIII, las enseñanzas Budadarma fueron introducidas al Tibet por el gran maestro de la India Padmasambhava. Al establecer el Dharma en Tibet, Padmasambhava fundó la Universidad Samyé, la primera universidad monástica en Tibet. En aquella época, se tradujeron las escrituras Budadarma -los sutras y tantras- del sánscrito al Tibetano. En el siglo XII, cuando los musulmanes invadieron la India, las escrituras originales fueron destruidas, y las traducciones Tibetanas se convirtieron en el único vínculo existente con las enseñanzas originales de Buda.

A través de los siglos, florecieron muchas grandes universidades monásticas en Tibet. Las artes y las ciencias profundas del Tibet se desarrollaron como expresiones espirituales. De hecho, hay pocas culturas que hayan fomentado y elevado la vida espiritual a las alturas en que lo hizo Tibet. El retiro de meditación fué, y sigue siendo, una parte intrínseca de la práctica Budadarma Tibetana. Por todo el país, la gente de todos los niveles de la sociedad, reconocieron la práctica espiritual como un alto ideal. Este medio propicio ofreció la oportunidad a los practicantes, tanto laicos como monásticos, de alcanzar la realización.

Desde la invasión y ocupación de Tibet por China Comunista en 1959, su cultura única ha estado en peligro de extinción; muchos abusos continúan hasta la fecha. Muchos monasterios antiguos y lugares sagrados han sido arrasados y los textos y el arte sagrados destruidos. Más de un millón de tibetanos, incluyendo maestros espirituales, monjes y monjas ordenados y laicos, han sido asesinados. Frente a este genocidio masivo y la violenta supresión de la libertad espiritual, muchos Tibetanos han emigrado. Entre ellos estaban algunos de los valiosos maestros espirituales entrenados desde su niñez en la meditación. Estos dedicados guías espirituales, han sacado al Budadarma de su aislamiento en el Tibet, hacia el mundo moderno.




Oración para la gente y las naciones de la tierra

Que en este preciso instante
la gente y las naciones de la Tierra
no escuchen siquiera mencionar
los nombres de la enfermedad,
el hambre, la guerra, ni el sufrimiento,
y que más bien aumenten
su conducta pura, mérito,
riqueza y prosperidad,
y surjan por siempre el bienestar
y la buena fortuna supremas.
- S.S. Dudjom Rimpoché
(Jigdrel Yeshe Dorje)



Sobre el campo de la bondad amorosa, verde y lujuriosa,
un lugar adonde todos los seres reposarían contentos,
adornados con las flores en plenitud de la compasión de variadas formas,
refrescados por la sombra del bosque del gozo empático,
atendidos por aves y venados, adonde lagos, estanques y arroyuelos
alimentados por muchas corrientes puras de las montañas,
refrescan imparcialmente a los huéspedes oprimidos por el samsara:

Ahí, la propia mente, también en paz, practica !

- Longchen Rabjam.





COMO PUEDES PARTICIPAR CON YESHE NYINGPO

· Asistiendo a las enseñanzas impartidas por Maestros calificados.
· Asistiendo a las sesiones de Meditación e Instrucción Básica
· Sumándote a las tareas de organización, mantenimiento y promoción del Centro de Meditación.
· Participando activamente en sus proyectos hacia a la comunidad y el medio ambiente.
· Adquiriendo el material de estudio.
· Estableciendo un donativo mensual que ayude a solventar sus operaciones y actividades.

LISTADO TELEFONICO DE CENTROS YESHE NYINGPO REGION PACIFICO

ASHLAND, OREGON. TASHI CHOLING
503-488-3819 c/o Felipe Thomas
PORTLAND, OREGON
503-292-4004 c/o Clark Hansen
NEWPORT, OREGON
503-563-5729 c/o Ann Goddard
SAN FRANCISCO, CALIFORNIA
415-826-7181 Orgyen Dorje Den, con Scout Globus
LOS ANGELES, CALIFORNIA
310-450-2559 c/o David Johnston
ENSENADA, BAJA CALIFORNIA, MEXICO
646-176-0213 c/o Ignacio Beamonte



Queremos expresar nuestra gratitud a todos aquellos que han contribuido para crear este folleto en Inglés: Wang/Hunter Diseño, Imprenta Guardián, Fotografía Robert Mizono, Jamyang Singe, Alan Wallace y otros. En su preparación al Español nuestra gratitud a Gloria Tripp de Mancillas por su traducción. Sobre todo, agradecemos a Gyatrul Rimpoché por su incesante guía y sabiduría. A través de este esfuerzo es nuestro sincero deseo llevar la felicidad y el bienestar a todos los seres.




YESHE NYNGPO MEXICO

El lama tibetano Gyatrul Tulku, Rimpoché, impartía enseñanzas en Los Angeles, California, cuando le llamó la atención la presencia de un joven moreno, tan diferente de los anglosajones, y que resultó ser oriundo de La Paz, B.C.S. Le inquirió sobre una cruz que portaba sobre el pecho y supo que era un grado iniciático de la Gran Fraternidad Universal (G.F.U.), todo lo cual dio pie a invitar al Lama a visitar Ensenada e impartir una conferencia sobre Budismo, como parte de los festejos que realiza anualmente la G.F.U. por el natalicio de su fundador.


La primera escala del Lama fue Tijuana, donde impartió una conferencia y ceremonia de bendición, y con los asistentes compartió un sueño que había tenido la noche anterior en el cual aparecían un águila y una serpiente. Así se enteró por primera vez que esos elementos constituyen el emblema nacional, y que dicho símbolo proviene de los mexicanos antiguos.
Durante la conferencia impartida en Ensenada, al día siguiente -18 de enero de 1983-, comentó que la noche después de la conferencia en Tijuana, apareció en su sueño una mujer que le reclamaba no haberla mencionado como parte de su primer sueño y estaba asociada a la imagen de una montaña con forma de mujer dormida. Para su mayor sorpresa, se trataba de Iztaccíhuatl, La Mujer Dormida, montaña sagrada de los antiguos mexicanos y parte de una profecía asociada a una nueva era de esplendor. Motivado por estas señales propicias, impartió una ceremonia extraordinaria de Facultación (ceremonia en la que el Lama confiere todo el poder de que es portador por su linaje, que viene en línea directa desde el Buda) para aproximadamente 300 asistentes que abarrotaban el local del Instituto Aquarius. Como dato curioso cabe resaltar que el Lama fue obsequiado con galletas de dátil que él mencionó no haber vuelto a comer desde que dejó el Tibet, y que su presencia coincidió con el natalicio del maestro La Ferriére, quien se había inspirado en la tradición tibetana, de donde se deriva la similitud en nombres y símbolos que llamaron la atención del Lama.


En Verano de 1984 Loreto Romero, solicitó personalmente a S.S. Dudjom Rimpoché, cabeza de la escuela Nyingmapa, la formal autorización para que Gyatrul Rimpoché estableciera un Centro en Ensenada.


Fue así como quedó sembrada en Ensenada la semilla del Dharma, y en México la de la Tradición Nyingma –la más antigua en Tibet. Un año después, Gyatrul Rimpoché regresó a Ensenada para impartir una conferencia sobre Budismo, en el Salón Casino del Riviera, y en la cual dio a conocer el origen, preceptos y práctica del camino hacia el Despertar.
Desde entonces se han recibido enseñanzas de maestros como: Chagdud Tulku Rimpoché, Sogyal Rimpoché (Libro Tibetano de la Vida y la Muerte), Yeshe Dorje Rimpoché, Lama Rinchen, Acharya Lama Gyursam, Naomi Mattis, Bakha Tulku Rimpoché, Acharya Lama Dawa Chhodak Rimpoché, Tulku Thubten Rimpoché, Lama Lhanang, Dr. Marco Antonio Karam (director y fundador de Casa Tibet México), y


Actualmente existe un grupo que cultiva la práctica de la meditación y estudio del Budadarma en forma regular, y cuenta con servicio de biblioteca, salón de meditación, y que promueve la visita periódica de maestros calificados.

LOS CUATRO RECORDATORIOS IV

EL SUFRIMIENTO o LOS DEFECTOS del SAMSARA

Ni un solo ser sintiente que se encuentre en alguna parte de las seis regiones del samsara mora en una felicidad duradera, y la mayoría experimenta miserias más allá de la imaginación. Ahora, mientras descansamos en la relativa paz y felicidad de la región humana, debemos reflexionar en el sufrimiento, para desarrollar tanto una renunciación profunda hacia las causas del sufrimiento, como una honda compasión por todos los que lo padecen.

Como con el karma, no podemos atribuir nuestro sufrimiento a ningún dios o demonio vengativos. Las semillas del sufrimiento germinan en nuestra mente cuando el primer desliz de la ilusión dualista evoluciona hacia un apego y aversión auto-centristas, lo que se convierte en la base de acciones imperfectas y sus consecuencias kármicas. En otras palabras, nuestro sufrimiento surge de nuestro karma negativo, que proviene de nuestras no virtudes, que se originan a su vez en el desconocimiento de nuestra verdadera naturaleza no-dualista. Las densas proyecciones que etiquetamos como “las seis regiones” son parte de un continuo mental que comienza con la confusión dualista.

El sufrimiento cae en tres grandes categorías: cambio, proliferación, y compenetración. Estos son los mecanismos de miseria de todos los seres, desde las regiones divinas más encumbrados y bendecidas, hasta las más bajas de las infernales.

El sufrimiento del cambio es particularmente intenso en la región humana, porque la mezcla kármica que produce el renacimiento, yuxtapone pena y alegría. Por ejemplo, nos sentimos radiantes, pero una llamada telefónica devastadora –de nuestro jefe, corredor de bolsa, doctor, o madre- cambia completamente nuestra actitud. Nos sentimos afligidos, no solo por las malas noticias, sino también por la desintegración de la felicidad que sentíamos solo unos instantes previos. Una y otra vez, las fluctuaciones desgastantes de la impermanencia erosionan nuestro placer y socavan nuestra estabilidad.



La proliferación del sufrimiento, o “sufrimiento sobre sufrimiento”, se refiere a una cosa negativa que ocurre en tandeo, una detrás de otra. Estamos entrampados en una demanda legal y nuestra vida amorosa se deshace; nos diagnostican una enfermedad muy seria y perdemos nuestro empleo; una persona amada muere y chocamos nuestro auto. A veces parece como si la adversidad llegara desde todas las direcciones y nada fuera tan malo que no pudiera empeorar aún más. Nos preguntamos porqué los malos eventos se presentan en racimos. La verdad es que cada evento nace del karma creado en el pasado, y los resultados kármicos surgen a su debido tiempo en nuestra vida, como las ondas en un estanque cuando se avienta una piedra. Ya hemos arrojado la piedra y ahora estamos experimentando las ondas.

Y de hecho, no solo una, sino incontables piedras de pasados eventos kármicos crean diseños de ondas impredecibles y turbulentas en esta vida.

El sufrimiento compenetrante se parece al del aceite de una semilla de ajonjolí, que no aparece hasta que la apachurramos, o como la peligrosa resaca de un mar en calma, invisible hasta que alguien es jalado hacia adentro. Nosotros, como toda la gente, estamos a menudo cómodamente inconscientes del sufrimiento que satura la existencia ordinaria, que es inseparable de la red de la existencia condicionada. Por ejemplo, la mayoría de la gente come sin pensar en los animales sacrificados por su carne, o en los insectos destruidos al cultivar vegetales, o en el esfuerzo y exposición a substancias químicas de los agricultores, o en la codicia involucrada en la distribución y el mercado. Existe no virtud y sufrimiento en cada eslabón de la cadena que nos lleva la comida a la mesa, muy a pesar del placer de comer. Y así es con cada aspecto de la cómoda existencia ordinaria. Si le rascamos a la superficie, descubrimos el sufrimiento inevitable y compenetrante.

El sufrimiento se muestra a sí mismo en las perturbaciones constantes del medio ambiente, en las interacciones negativas entre los seres, en la falta de libertad y felicidad duraderas. Nadie puede mantenerse inconsciente indefinidamente, porque la naturaleza verdadera del samsara es el sufrimiento. Todos tenemos un cúmulo de karma negativo y un almacén de venenos mentales, así es que, tarde o temprano, las tensiones de la existencia cíclica traerán el sufrimiento a flote.
La enseñanza de los cuatro recordatorios normalmente incluye descripciones gráficas del sufrimiento en las seis regiones. A nadie le gusta imaginar la miseria explícitamente, en particular de los horrores infernales. No obstante, los estudiantes Tibetanos del dharma, esperan recibir estas enseñanzas, mientras que los Occidentales se sorprenden e impactan cuando se les exponen. Algunos hasta piensan que el Lama está tratando de adoctrinarlos mediante el miedo y ya no regresan.

En una ocasión, y cuando Chagdud Rimpoché estaba impartiendo enseñanzas extensas sobre las regiones de la existencia, una mujer que estaba explorando tentativamente el Budismo, se le acercó después de la explicación sobre los infiernos. “Soy Católica, y creo que lo seguiré siendo,” le dijo, “porque ustedes, los Budistas Tibetanos, tienen dieciocho infiernos, y nosotros solo lidiamos con uno.”
Ciertamente, el producir temor y hastío hacia el sufrimiento del samsara es uno de los propósitos de estas enseñanzas. Desde su compasión, el maestro desea disipar la ignorancia de los estudiantes sobre las consecuencias kármicas. Sin embargo, subyace una motivación más profunda, y es el despertar su compasión hacia aquellos que están atrapados en las seis regiones e inspirarlos a obtener el poder para conducir a esos seres hacia la liberación.

INSTRUCCIONES PARA LA MEDITACION.

Comienza contemplando el sufrimiento, enfocándote en las seis regiones. Vívidamente imagina la existencia dentro de cada una de ellas. Tu mente puede entrar en otras regiones mediante el poder de la visualización, lo que te permite descubrirlas y desdoblarlas en tu experiencia. El potencial para cualquier experiencia yace en la mente. En la contemplación, extrapola algún momento de dolor que hayas tenido –una quemadura o congelamiento- hasta el dolor extremo de los infiernos gélidos o candentes. Los momentos de hambre y sed magnifícalos en la hambruna y deshidratación de la región de los pretas. Has que tu mente viaje así. Si la experiencia de otras regiones está más allá del alcance de tu imaginación, será suficiente con la contemplación del sufrimiento humano. Por ejemplo, colócate tú mismo en el lugar de un prisionero de guerra, en temor constante de ser mutilado o masacrado, rodeado de devastación, separado de sus amigos y familia, confrontado por una brutalidad y odio inhumanos.
Si aún el regocijarse de una victoria violenta sobre los enemigos genera un karma terrible, tanto más trágico resulta la participación forzada en la masacre. Nadie está exento de la espiral descendente –ni los líderes quienes serán los kármicamente responsables por cada herida y muerte que ocurra debido a sus órdenes; ni los soldados que ejecutan la matanza; ni las víctimas que fueron catapultadas hacia el bardo con sus mentes inflamadas de ira.

Esta región humana no carece en ningún modo de sufrimiento. La profundidad de tu contemplación depende de verdaderamente ponerte a ti mismo dentro de situaciones tales, que te permitan sentir lo que otros sienten, ponerte en sus zapatos. Cuando esto se haya logrado y la mente añore la cesación, abandona todo pensamiento y reposa.

Cuando los pensamientos intervienen, genera compasión. Piensa en los incontables seres de las seis regiones. En el transcurso de innumerables renacimientos cada uno de ellos ha sido tu progenitor. Están atrapados en ciclos de miseria y no tienen idea de como zafarse. Piensa en su predicamento hasta que la compasión brote como un deseo de que el sufrimiento presente sea aliviado inmediatamente, y de que sean todos finalmente liberados de las penas del samsara de una sola vez. Luego, abandona de nuevo los pensamientos y reposa.
Cuando los pensamientos inunden tu meditación, dirígelos hacia la oración. Implora porque el sufrimiento no te barra, y porque veas todo lo que surja como purificación. En la confusión que acarrea el sufrimiento, ora por no crear las causas kármicas de más miseria. Ora también para obtener el poder de conducir a otros desde las profundidades del samsara hasta un estado más allá del sufrimiento. Ora porque todos los seres sean liberados de los ciclos interminables de los sufrimientos samsáricos. Relájate entonces en meditación sin artificio.
Cuando surjan nuevamente los pensamientos, has la firme promesa de practicar el camino hasta obtener la liberación del sufrimiento en beneficio de todos los demás seres. Anteriormente, hundiéndote tú mismo en el océano del samsara, eras incapaz de rescatar a nadie. Ahora, mediante los métodos habilidosos del camino, existe esperanza de escape.

Toma la resolución de no volver hacia atrás, de no abandonar a otros, y reposa luego en la paz del relajamiento natural.

LOS CUATRO RECORDATORIOS III

EL KARMA

Nuestras acciones - virtuosas y no virtuosas, claras y obscuras- tejen los diseños de nuestra experiencia en el samsara. Ya sea que encontremos placer o dolor, o alcancemos las cumbres o los abismos de la existencia cíclica, ello está determinado por la calidad de nuestra propia conducta a través de las incontables vidas previas. El karma es el flujo inevitable de los efectos o resultados que surgen de las causas.

Mediante la comprensión de la fuerzas del karma, de la purificación de la negatividad, y sintonizando nuestra conducta con todo lo que es positivo, podemos fabricar una poderosa brújula espiritual que nos servirá para alcanzar el mismísimo umbral de la iluminación. Un Buda iluminado ha pasado más allá del dualismo kármico para lograr un estado infinitamente positivo, tan radiante, que su solo reflejo puede despertar nuestra experiencia de la naturaleza búdica. Nosotros aspiramos a ese estado exaltado, pero el camino hacia la revelación absoluta de la naturaleza búdica requiere de una atención asidua al karma. Como dijo Gurú Rimpoché:

“Aunque mi visión es tan vasta como el cielo, mi discernimiento de la conducta correcta es tan fino como granos de harina de cebada”.

Durante vidas incontables, cada ser sintiente teje una trama kármica tan extensa, que el diseño completo no se alcanza a percibir. Mucha gente vive en el temor debido a fuerzas kármicas desconocidas, sufriendo toda clase de miedos y fobias inexplicables. Para superar el miedo y el desconcierto, para purificar karma añejo y crear condiciones deseables, debemos reconocer que nuestra situación es resultado de nuestras propias acciones. Dicho reconocimiento nos trae cierta libertad, porque ya no seguimos atribuyendo lo que nos ocurre a fuerzas más allá de nuestro control, ni tampoco a algún dios o demonio poderosos quienes por simple ira nos envían aflicciones, o quienes por una sublime indiferencia no le otorgan descanso a nuestro sufrimiento. Dicho en breve: lo que hemos creado, podemos cambiarlo.

Nuestras creaciones kármicas semejan una obra de teatro olvidada que escribimos hace mucho tiempo. Repentinamente comienza a correr en escena y nos encontramos formando parte del drama.
Nosotros escribimos la parte estelar y hasta repartimos los personajes, y los episodios de júbilo y sufrimiento se desarrollan según el guión que nosotros mismos creamos. Una tras otra las escenas deben representarse, y ya es demasiado tarde para cambiar la presentación. Nuestro único recurso es escribir una obra diferente para el futuro.

La creación kármica tiene su origen en la mente, y la palabra y el cuerpo siguen el liderazgo de ésta. La ilusión dualista de la mente fomenta la tendencia a quedar sujetos a los deseos, a frustrarnos y enojarnos si esos deseos se desbaratan, a enorgullecernos si los deseos se cumplen, a encelarnos si se cumplen para alguien más.

Perdida en sus propias proyecciones la mente se hace cada vez más torpe y menos discerniente sobre las causas y efectos. Así surge una estupidez secundaria de la ignorancia fundamental sobre la naturaleza no dualista de la existencia.

Las acciones positivas son acordes con la virtud –con el altruismo, la bondad, la paciencia, la generosidad, la conducta recta, etc.. La mente y las actividades de una persona virtuosa se refinan cada vez más, se vuelve cada vez menos auto-centrista, menos torpe, y menos proclive a ocasionar daño deliberado o accidental.

Una pregunta común es la referente a la relación entre el karma individual y el de grupo. El genocidio representa un ejemplo extremo, en que un segmento completo de la población, incluidos los niños -que en su corta vida seguramente no han podido actuar incorrectamente-, es amenazado de aniquilación. Barridos de golpe por circunstancias tan sobrecogedoras, ¿Como puede cualquier individuo reconocer el genocidio como su propia creación kármica?

El hecho es que aún la injusticia atroz del genocidio refleja el karma de cada víctima. Cada uno tiene el destino kármico de pertenecer al grupo que lo sufre. Algunos, de acuerdo a su karma, morirán; otros no. Algunos mantendrán su compasión y humanidad, otros se envilecerán y degradarán totalmente –aún en el nivel impersonal del asesinato masivo que empareja a todos, cada persona tiene su propia experiencia interna.
Si en medio de situación tan terrible, uno siente compasión por otros que están en similar predicamento, entonces toma lugar una purificación profunda del karma.

Un momento de dolor en la región humana -hasta el de una simple jaqueca-, purifica el karma que pudiera ocasionar siglos de angustia en los infiernos, porque podemos transformar el sufrimiento cultivando una perspectiva espiritual. Si usamos la adversidad como un catalizador para la virtud y la compasión, la purificación kármica se vuelve rápida y profunda. Por otra parte, si tratamos de mejorar nuestras circunstancias externas de adversidad mientras que ignoramos las causas kármicas, las encontramos a menudo problemáticas. El tratar una enfermedad ocasionada kármicamente ilustra esto muy bien.

En última instancia, toda enfermedad surge del karma. Lo que llamamos “enfermedades kármicamente ocasionadas” difiere de las enfermedades ordinarias en que no responde al tratamiento y, si lo hace, una enfermedad nueva la reemplaza de inmediato. Las medicinas que funcionan para otros resultan ineficaces, y el bienestar se deteriora por la sucesión de una aflicción tras otra. Si uno busca orientación espiritual porque los doctores han fracasado, un lama podría sugerir prácticas de purificación o de salvar la vida de otros seres (como animales para carnada, cangrejos, etc.).

Después de algo de práctica, uno puede hallar el tratamiento médico adecuado, o la enfermedad simplemente se disipa sin más tratamiento. Con padecimientos muy resistentes, o en casos terminales, las prácticas de purificación ofrecen la confianza de que en vidas futuras uno no confrontará los resultados del mismo karma.

Hace algunos años, una mujer de Suiza inicio su entrevista con Chagdud Rimpoché diciendo: “Tengo cáncer. Dos cirugías fallaron, y me han desahuciado. Voy a morir”. Esto lo dijo sin mostrar ninguna emoción, y Rimpoché no la contradijo. Solamente sugirió que purificar su karma le beneficiaría para prepararse a morir. Así lo aceptó ella, y se le dio la práctica de Tara Roja, y un generoso estudiante Suizo le facilitó un lugar para practicar en retiro un par de meses. Rimpoché nunca la volvió a ver, pero después se enteró de que había conducido un retiro muy diligente, que sus síntomas desaparecieron, y que pudo vivir muchos años más.
Para describir lo que debe aceptarse, y lo que debe abandonarse, la doctrina Budista categoriza el karma en diez virtudes y 10 no-virtudes.

LAS DIEZ NO VIRTUDES

Estas incluyen a las tres del cuerpo –matar, robar, y la conducta sexual inapropiada-; a las cuatro de la palabra –mentir, calumniar, hablar ásperamente, y hablar inútilmente-; y a las tres de la mente –la codicia, la malicia, y la visión errónea. De nuestras acciones maduran tres categorías de resultados kármicos–la experiencia obvia, la experiencia similar a la causa, y las tendencias similares a la causa. Un ladrón que renace en la región de los “pretas” -espíritus desposeídos-, ilustra la experiencia obvia de los resultados kármicos. Un ladrón que renace como humano y es victimado por ladrones, ejemplifica una experiencia similar a la causa. Y un ladrón que renace como humano con un fuerte instinto por el robo personifica las tendencias similares a la causa.

De todas las no virtudes, matar es la más terrible, y de las diversas razones para quitar la vida, la peor es matar premeditadamente por ira u odio, y conduce a renacimiento en la región infernal. Matar por deseo, como es hacerlo por carne, pieles, o posesiones, puede conducir a renacimiento en la región de los espíritus desposeídos. Matar por ignorancia o descuido puede conducir a renacimiento en la región animal. Si el karma de haber matado a otro no ha madurado completamente, o si se ha mitigado parcialmente en vidas previas, entonces el asesino puede renacer en una región superior pero soportar mucha enfermedad, una vida breve, y posiblemente una muerte violenta, o renacer en un medio peligroso o deslustrado.

El robar significa tomar lo que no te ha sido dado. Están relacionados con el robo el uso de la autoridad para coaccionar a otros a ceder sus propiedades (como cuando un déspota dicta impuestos injustos), y con el despojo por engaños (el caso del comerciante que incrementa exorbitantemente los costos).

El robar puede conducir a renacer en la región de los espíritus desposeídos, o en circunstancias de pobreza y carencia extremadas.


Para monjes y monjas, la conducta sexual inapropiada consiste en violar los votos de celibato mediante el coito o la masturbación. Los legos la transgreden a través del adulterio. Conductas inapropiadas relacionadas son: el incesto, la seducción de infantes o de quienes hicieron votos, la violación, el coito en lugares sagrados o cuando se han tomado votos de abstinencia, el uso de personas dedicadas a la prostitución, y modalidades inapropiadas de realizar el sexo. El resultado de la conducta sexual inapropiada puede ser el renacimiento en regiones infernales, de espíritus desposeídos, o en lugares sucios, o contaminados por excremento. En el mejor de los casos, se vive con una pareja fea y con muchos enemigos.

El mentir cae en tres categorías: las mentiras grandes, destructivas, con intención de cambiar la opinión de otro respecto de una persona noble o sublime, o de creencias espirituales o doctrinas religiosas. Dentro de esta categoría también entra el investirnos de falsa autoridad espiritual como proclamar que pertenecemos a un linaje que no tenemos, dar respuestas equivocadas, y ofrecer facultaciones sin estar autorizados para ello.
Las mentiras ordinarias se dicen a expensas de, o en violación abierta a la verdad. Deseamos más dinero y por eso mentimos sobre la calidad de nuestros productos; queremos evitar el castigo y entonces mentimos para responsabilizar a alguien más de nuestros errores; buscamos respeto y nos abrogamos el crédito del trabajo de alguien más.
Siempre, hasta cierto grado, las mentiras ordinarias ocasionan daño, mientras que las de la tercera categoría, las de vanidad, deshonestidad, y auto-engrandecimiento, decepcionan sin causar daño. En éstas alardeamos de las capacidades intelectuales, psíquicas y espirituales que no tenemos, o exageramos nuestra importancia en diversos eventos.
El mentir puede ocasionar renacimiento como animal. Si se renace como humano se sufrirán abusos, calumnias, y se será ingenuo y fácilmente timado. Aún la halitosis resulta de la mentira.

Las calumnias ocasionan riñas, creando animadversión entre personas. Aún si fuesen ciertas, las palabras calumniosas que dañan la opinión de una persona respecto de otra, generan no virtud. Similarmente, debido a su intención disgregadora, los resultados kármicos de la calumnia surgen abiertamente como denuncias expresadas abiertamente frente a la persona, o como chismorreo clandestino y furtivo.
El renacimiento en regiones infernales puede ocurrir cuando la calumnia promueve abiertamente un cisma entre la Sanga. Si se renace como humano, no se tendrán amigos y se enfrentará gente agresiva y abiertamente contenciosa. Los desacuerdos brotarán fácilmente, y los subordinados serán problemáticos y rebeldes.

El hablar ásperamente significa usar palabras insultantes para criticar y censurar a otros, y relacionado con esto están las palabras hostiles que humillan. Cualquiera que sea la intención, el hablar ásperamente tiende a despertar el odio en el corazón de los demás. Quienquiera que hable así renacerá en circunstancias malvadas, siendo la peor de éstas la región infernal cuando esas palabras se dirigen hacia un Bodisatva. Y casi tan malo como esto es hablar a nuestros padres o familiares con palabras hirientes. Un proverbio Tibetano dice: “Aunque las palabras no tengan flechas ni espadas, destrozan el corazón en pedazos.” Y aún si el hablar ásperamente no nos conduce a renacer en regiones inferiores, podemos hacerlo en ambientes rocosos, tórridos, entre gente torcida, adonde escucharemos cosas desagradables, y cualquier cosa que digamos causará riñas.

El hablar sin sentido implica hacerlo a tontas y a locas, cotorrear innecesariamente, exponer doctrinas equivocadas, o impartir instrucciones del dharma a alguien que no quiere escucharlas o que no es un receptor apropiado. Una no virtud relacionada es hablar incoherencias y palabras indecentes. Esta modalidad de hablar sin sentido conduce a renacer como animal, o si lo hacemos como humanos, la gente ignorará nuestras palabras y no respetarán nuestras opiniones no importando cuán ciertas o sinceras las expresemos. Un reflejo externo del hablar sin sentido es la necesidad de mudarse a menudo debido a circunstancias inestables.

La codicia es desear apropiarse de la riqueza de otros o de la naturaleza. En forma similar, podemos codiciar las cualidades de otros, como su talento o inteligencia. Y ya sea que codiciemos riqueza o cualidades, el hecho es que no derivamos placer del que alguien más los haya adquirido. Los peores resultados de la codicia ocasionan renacimiento en la región de los espíritus desposeídos, pero si renacemos como humanos, seremos excesivamente avaros, y posiblemente incontinentes. Nuestros deseos serán frustrados y obtendremos exactamente lo opuesto a lo que pretendemos.

La malicia significa odio e intenciones nocivas contra los demás. Surge de ver a los otros como enemigos y entonces albergar hostilidad, del ver a los otros como rivales y albergar envidia, o de ver a los otros como a quien nos ha perjudicado y albergar venganza. La malicia ocasiona renacimiento en la región infernal, pero si encontramos renacimiento humano, seremos una persona despreciable viviendo en un ambiente salvaje, blanco de ataques y paranoia extremada.

Los poseedores de una visión errónea niegan las leyes de causa y efecto, y rehúsan reconocer la autenticidad de los objetos de refugio. Abogan por el eternalismo, el racionalismo ingenuo, el nihilismo y otras doctrinas falsas. La visión incorrecta puede ocasionar renacimiento como animal, o como ser humano de baja perspicacia y poca fe, que vive sin refugio ni soporte espiritual.

Uno de las más decepcionantes consecuencias de la no virtud, es su tendencia hacia la repetición. Por ejemplo, los seres infernales cuyo karma por haber asesinado se ha agotado hasta el punto de liberarlos de su tormento, pueden renacer en la región humana, pero serán niños muy violentos, o víctimas de la violencia, que gozarán torturando mascotas, insectos, y a otros niños, y que pueden asesinar nuevamente cuando ya son adultos. La no virtud crea una afinidad por lo malsano.

LAS DIEZ VIRTUDES

Las diez acciones virtuosas son las opuestas exactas de las no virtudes:
no matar, sino proteger la vida; no robar, sino practicar la generosidad; no ser indulgente en conductas sexuales inapropiadas, sino practicar la moralidad en la sexualidad (fortalecida mediante abstinencia en ciertas fechas sagradas y durante retiros espirituales); no mentir, sino hablar con veracidad; no calumniar, sino hablar armoniosamente; no hablar ásperamente, sino hacerlo con palabras reconfortantes; no hablar sin sentido, sino con discreción y significado; no codiciar, sino regocijarse en la prosperidad y cualidades de otros; no albergar malicia, sino cultivar la buena voluntad; no sostener visiones erróneas, sino fomentar las que son rectas.

Los resultados kármicos son también los opuestos a los de la no virtud: renacemos en la región humana o de dioses en un ambiente agradable y productivo; gozamos longevidad y buena salud; encontramos riqueza y recursos; tenemos un cónyuge bondadoso y leal; escuchamos palabras amables y suaves, de verdad y alabanza; nuestras palabras son bien expresadas y respetadas; nos hallamos con amistades compatibles; obtenemos lo que deseamos; surgen asistentes en nuestra ayuda; contamos con natural perspicacia y comprendemos fácilmente la validez de las doctrinas espirituales.

Así como las acciones no virtuosas fomentan la tendencia a repetirse, también las virtuosas. Practicando la virtud desarrollamos una afinidad por lo que es sano y que se prolonga hacia vidas futuras.

INSTRUCCIONES PARA LA MEDITACION

Primero evalúa completamente tu situación kármica. Sondea las circunstancias de esta vida para discernir los diseños kármicos establecidos en el pasado, y luego revisa tus pensamientos y acciones actuales como indicadores de lo que vendrá. Ningún ser sintiente prefiere el sufrimiento a la felicidad, y aún así, casi todos nosotros creamos las causas de la miseria. Actuamos inconscientes de las consecuencias kármicas, buscando gratificación en el momento, y luego culpamos a nuestra mala fortuna de las circunstancias negativas externas como si éstas representaran ocurrencias azarosas del destino más que los resultados directos de nuestra propia conducta.

Ahora, con resolución, sin la esperanza de evadir los resultados negativos de no purificarse la no virtud, sé testigo honesto de tu propia conducta. Otros podrán ensalzarte por tu buena conducta, pero solamente tú sabes si tus acciones están empañadas por una motivación impura o emociones ponzoñosas. Tarde que temprano tienes que viajar a través del bardo (etapa de transición) después de la muerte, despojado de todo excepto de tu conciencia y de las fuerzas del karma. ¿Porqué embozarte ahora en la hipocresía y las racionalizaciones si deberás mostrarte desnudo entonces? Reflexiona de esta manera, y después reposa tu mente.

Cuando surjan los pensamientos, úsalos para despertar tu compasión. Imagina como las fuerzas kármicas derrotan a los agresores crueles cuando éstos mueren, en la multiplicidad de la agresión que les rebota, en los eones de tortura en las regiones infernales. Piensa en aquellos cuyas vidas permanecen cómodas y neutrales, que extinguen las posibilidades de bienestar futuro al consumir los frutos del buen karma del pasado, y no haber sembrado semillas para obtener más. Contempla las vidas casi desprovistas de oportunidades para actuar con virtud – seres en regiones infernales cuyo tormento los enfurece aún más, espíritus desposeídos cuyos deseos insaciables los obsesionan, animales que depredan por instinto. Cuando el poder de la compasión te motive a aliviar de cualquier manera posible todo el sufrimiento que surge de la ignorancia del karma, relájate en una meditación sin artificios.

Cuando surjan los pensamientos, dirígelos hacia la oración. Implora que todos los seres puedan refinar perfectamente el buen sentido común para saber qué aceptar y qué rechazar. Pide porque cesen de culparse entre todos, y comienza purificando tu propia mente. Implora que mediante la actividad física bien disciplinada, las palabras bien escogidas, y la intención benéfica, puedas crear las causas de circunstancias afortunadas. Pide porque finalmente, podamos todos escapar completamente de éste desconcertante enredo de karma, y entremos en un estado de conciencia prístina. Luego, reposa.

Finalmente, poniendo rienda a tus pensamientos una vez más, comprométete a actuar en concordancia con la más refinada conducta, y a meditar hasta haber establecido la visión más elevada. Luego, reposa de nuevo.

LOS CUATRO RECORDATORIOS II

LA IMPERMANENCIA Y LA MUERTE

Nada prevalece, todo cambia constante e inexorablemente, y nadie debe nunca preasumir la permanencia de ninguna cosa. A cada momento de nuestra vida nos acercamos más a la muerte, y no podremos conjurarla cuando nos llegue finalmente nuestro tiempo. Nosotros moriremos; a los que amamos también, y asimismo todos los seres de las seis regiones morirán. Sólo el momento de la muerte permanece incierto, y así también el dónde y cómo. La muerte misma es pues inevitable.
La mayoría de la gente vive en la negación de la muerte; los practicantes viven impávidamente concientes. Para ellos la muerte es una poderosa motivación para encontrar el significado esencial de la vida. En la práctica Tibetana de Vajrayana, los símbolos de la muerte –el cáliz y los tambores de cráneo, las trompetas de hueso de fémur, rosarios de hueso, bailarines en disfraz de esqueleto- recuerdan vívidamente la proximidad de la muerte. El uso de tales implementos rituales no significa que los practicantes Vajrayana se encallecen ante la muerte o que no sienten pesar por la muerte de sus familiares y amigos, sino que el olor y textura de huesos viejos, por ejemplo, es una evocación o recordatorio: “Sí, yo también terminaré como un montón de huesos esparcidos o de cenizas en una urna . . .
¡Que pueda yo usar éste cuerpo sabiamente y no despilfarrar el tiempo que me queda!”

En Occidente, casi siempre que sintonizamos el televisor, y abrimos el periódico o alguna revista, nuestra mente es invadida por imágenes de muerte –la de miles de seres ocasionada por desastres naturales; la de famosas figuras públicas, la de gente ordinaria que murió en circunstancias extrañas. Aun así es inusual encontrarse con alguien que haya integrado la ineludible realidad de la muerte en la perspectiva de su propia vida. Pocos están preparados. La gran mayoría ven las nubes acumularse en el horizonte pero siempre esperan que la tormenta que presagian caiga en cualquier otra parte.

De las Cuatro Reflexiones, la de la contemplación sobre la muerte y la impermanencia es el más poderoso incentivo para la práctica. La muerte y la impermanencia no son dos fuerzas; la muerte es el despliegue dramático de la impermanencia. En realidad cada fenómeno es una sucesión del cambio, una serie de muertes infinitesimales adonde todo lo que existe en un instante cesa de serlo en el siguiente.
A nivel sub-atómico, aún la barra de hierro más densa se deteriora y es reestructurada constantemente –la percepción sutil de nuestra mente puede penetrar su solidez aparente. En una escala inconcebiblemente vasta, el universo ha surgido de la vacuidad y se dispersará en ella. Cuando éste mundo haya sido consumido por el fuego siete veces, inundado por el agua una vez, y dispersado por el viento, desaparecerá. El Monte Meru, centro del cosmos, resplandeciente de joyas y metales preciosos, cederá ante las fuerzas de la impermanencia.
Mientras tanto las estrellas explotan, las estaciones cambian, los días se hacen noche, y nuestras posesiones, relaciones, pensamientos, y emociones, van y vienen en un despliegue incesante y siempre cambiante.

El Buda Shakyamuni demostró la impermanencia pasando a su propio parinirvana. Sus discípulos, así como los grandes santos y maestros, traductores y académicos, reyes Dharma y patronos de las enseñanzas, cuyos brillantes nombres y logros iluminaron su propia época, ahora solo existen en historias y leyendas o ya los hemos olvidado. Muchos de los monumentos Budistas que alguna vez adornaron la India, Afganistán, Pakistán, China, Camboya, Vietnam, e Indonesia, han sido reducidos a montones de escombros, ruinas profanadas, y estatuas derruidas.

En el Tibet, muchos monasterios adonde miles de monjes practicaban, ahora están devastados, sus textos sagrados destruidos, las obras de arte robadas, y los grandes maestros asesinados o envejeciendo en el exilio. El pueblo Tibetano que alguna vez pastoreara yaks y borregos en las nevadas montañas, ahora vende suéteres junto al camino en las tórridas planicies de la India.

Todo en el Samsara es compuesto. Así como se integra, así también se disgrega. Reflexiona sobre estas cosas, y la realidad ordinaria se convertirá en una serie de apariencias oníricas, espejismos, burbujas. Y ya sea que éstas apariencias nos traigan alegría o pesares, no debemos aferrarnos a ellas –porque no son confiables, ni permanentes, o inherentemente verdaderas. Aún así, no podemos negar nuestra experiencia de su incesante despliegue. El explorar profundamente la naturaleza de la impermanencia, nos lleva a una visión más allá de los extremos de la existencia y de la inexistencia, una visión de apariencias inseparables de su propia naturaleza vacía.

INSTRUCCIONES PARA LA CONTEMPLACIÓN

Primero contempla la impermanencia –la progresión desde el nacimiento hacia la vejez y la muerte; la gente que vino y se fue; las posesiones; el siempre cambiante escenario; el juego caleidoscópico de los fenómenos. Piensa sobre el universo en constante movimiento; piensa en las partículas sub-atómicas de tu propio cuerpo, tan cinéticas, que en cualquier instante de su existencia su ubicación exacta es solamente una probabilidad. Contempla la muerte, las incontables muertes pasadas y las incontables por venir; la incertidumbre de cuándo y cómo ocurrirá la próxima vez. Imagina formas específicas en que puede ocurrir la muerte, la separación repentina de los amigos y la familia. Contempla así hasta que percibas la cohesión aparente de la vida como a una ilusión transparente. Cuando te canses de contemplar, reposa la mente.
Cuando surjan otra vez los pensamientos, dirígelos hacia la compasión.
Reflexiona sobre cómo vivimos comúnmente en la negación de la impermanencia, y aún así somos zanqueados una y otra vez cuando aquello en lo que confiamos como sólido y duradero, se desintegra y desaparece. Recuerda el sufrimiento al momento de la muerte –el miedo, la separación de los que se ama y de las posesiones-, y recuerda las experiencias tumultuosas del bardo después de la muerte. Piensa cómo la mayoría de los seres, inconscientes de la impermanencia, pierden su sentido de la prioridad. Reflexiona de ésta forma hasta que te surja la compasión por ellos; luego reposa más allá de conceptos.
Y nuevamente, cuando la creatividad incesante de la mente origine pensamientos, dirígelos hacia la oración: que todos los seres puedan alcanzar tan profunda comprensión de la impermanencia que purifique totalmente la tendencia de aferrarse a las apariencias como reales, así como del apego y la aversión que surgen de ese aferramiento. Implora que puedas pasar las transiciones de la muerte manteniendo el reconocimiento de la naturaleza mental, y que tu realización se haga tan fuerte que puedas rescatar a otros de la confusión del bardo. Después, reposa tu mente.
Finalmente, cuando los pensamientos se presenten, formula el compromiso de vivir y practicar en el firme conocimiento de la impermanencia. Comprométete a comprender la verdadera naturaleza de todo fenómeno, positivo o negativo, y a buscar la esencia absoluta. Con esta firme resolución, abandónate a la meditación sin artificio.