sábado, 15 de diciembre de 2007

EL MALA

Que es el mala.

El mala es un rosario budista. Tiene 108 cuentas pequeñas y 1 grande que asemeja una estupa llamada la cuenta Gurú o la Monte Meru, que son usadas para contar el número de repeticiones de mantras y oraciones que se entonan durante ciertas prácticas de meditación.

Cuando se utiliza el mala, se pasa una cuenta por cada mantra pronunciado. Se rota el pulgar sobre cada cuenta en dirección de las manecillas del reloj y cuando se llega a la cuenta Gurú, uno gira el mala y da la vuelta de regreso. Esto facilita el uso del mala evitando que las cuentas se aprieten.

Durante las prácticas de meditación, la mente está con el Buda, la comunicación con el mantra y el cuerpo con el mala. A veces sucede -más bien ocurre con frecuencia- que la mente se distrae o nos saltamos la pronunciación de algún mantra, pero una parte de nuestra mente sigue anclada a la meditación debido al movimiento del mala en la mano.
Los malas se hacen de distintos materiales como semilla de loto, árbol de bodhi, ámbar, sándalo, hematita, coral, piedras preciosas o semipreciosas, etc. Cada uno tiene un uso distinto cuando se medita con deidades arquetípicas.

Se les colocan contadores de vueltas, y muy frecuentemente se marcan las cuentas 7 y 21 para el conteo de repeticiones específicas en muchas sadhanas.

La cuenta mayor con la que se inicia y termina el conteo lleva el significado de la estupa. Su parte alargada representa la Verdad alcanzada al comprender que no hay un Yo. En ese estado todas las cualidades de la mente se manifiestan a plenitud. La parte redonda muestra el gozo que surge al disiparse la ilusión del ego, y con ello la liberación de todas las esperanzas y temores, todas las ideas fijas, y todos los pensamientos del pasado y del futuro. También representa el gozo de estar libre de cualquier elaboración neurótica.
¿Por qué tiene el mala 108 cuentas?

Existen 8 tipos diferentes de conciencias. Primero, están los 5 tipos de conciencia de los sentidos: gusto, olfato, visión, tacto y auditiva. La 6ª. es la "conciencia policía" que vigila lo que sucede. La 7ª. es la "conciencia que almacena" y la 8ª.octava es la conciencia que procesa el lenguaje, símbolos y objetos dentro de esta región. Al alcanzar la budeidad estos 8 tipos de conciencia se transforman en una novena "super conciencia" donde todo se conoce intuitivamente, no a través de los sentidos sino a través de la vibración de cada átomo en el cuerpo. Este estado solo es posible porque el espacio es consciente de sí mismo. El espacio no es un hoyo negro o un separador sino un conector de la información que contiene. Cuando las 8 conciencias ordinarias se convierten en la 9ª. o "la que todo lo sabe y lo logra", se nos despiertan o manifiestan 100 budas en la forma de 42 budas pacíficos y 58 airados. En resumen, el número representa los 8 tipos de conciencias antes del estado pleno de realización más los 100 budas que se manifiestan a través del estado despierto de la mente.


ESTE ES UN MALA TIPICO CON CUENTAVUELTAS.


viernes, 14 de diciembre de 2007

MEDITADORES por GIS. Humor en el blog


“La Gran Paz Natural”

Por Sogyal Rimpoché

Las enseñanzas de Buda son extensas. Sólo las “palabras de Buda” llenan más de cien volúmenes. A continuación, los comentarios y tratados de los grandes eruditos indios ocupan más de doscientos volúmenes, y ello sin contar todas las obras de los grandes maestros tibetanos.
Pero aún siendo así, las enseñanzas de Buda pueden ser sintetizadas de una forma muy profunda. Recuerdo que mi maestro, Dilgo Khyentse Rimpoché solía decir:

“Las enseñanzas de Buda son al mismo tiempo ‘extensas’ y ‘profundas’: ‘extenso’ se refiere al enfoque del erudito, del pandita, y ‘profundo’ al del yogui.”

Cuando se le pidió a Buda que resumiera sus enseñanzas, dijo:
No cometer ni una sola acción negativa,
Cultivar un tesoro de virtudes,
Domesticar esta mente nuestra;
Ésta es la enseñanza de todos los Budas.

“No cometer ni una sola acción negativa” significa abandonar las acciones
malsanas, perjudiciales y negativas, que son la causa del sufrimiento, tanto para nosotros mismos como para los demás. “Cultivar un tesoro de virtudes” es adoptar acciones positivas, benéficas y sanas que son la causa de la felicidad, una vez más, tanto para nosotros mismos como para los demás.
Sin embargo, el punto más importante es “domesticar la mente”. De hecho,
maestros -como Ñoshul Khen Rimpoché-, dicen con frecuencia que esta frase por sí sola capta la esencia de las enseñanzas de Buda. Porque si podemos comprender la verdadera naturaleza de nuestra mente, ahí radica el punto esencial, tanto de las enseñanzas, como de toda nuestra existencia.

La mente es la raíz de todo: creadora de la felicidad y creadora del sufrimiento, creadora del samsara y creadora del nirvana. En las enseñanzas tibetanas, a la mente se la llama “el rey responsable de todo” – kun ye gyalpo-, el principio universal que lo rige todo. Tal como el gran Guru Padmasambhava dijo: “No intentes cortar la raíz de los fenómenos, corta la raíz de la mente”. Esta es la razón por la que encuentro tan evocadoras estas palabras de Buda: “Somos lo que pensamos, y todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos creamos el mundo. Habla o actúa con una mente pura y la felicidad será el resultado”. Si tan solo pudiéramos recordar esto y guardar nuestro corazón y nuestra mente puros, la felicidad se produciría de verdad. Por lo tanto, todas las enseñanzas de Buda están enfocadas hacia el entrenamiento de la mente, y mantener el corazón y la mente puros.

Esto empieza por la práctica de la meditación. Con ello permitimos que todos
nuestros pensamientos y emociones turbulentas se sosieguen tranquilamente en un estado de paz natural. Como Ñoshul Khen Rimpoché decía:

Descansa en la gran paz natural, mente exhausta, golpeada incansablemente por el karma y las ideas neuróticas, como el furor implacable de las olas en el infinito océano del samsara. Descansa en la gran paz natural.

¿Cómo se sosiegan los pensamientos y las emociones? Si dejas un vaso de agua
turbia en reposo, sin tocarlo, la suciedad se posará en el fondo, y la claridad del agua se hará evidente. Del mismo modo, en la meditación permitimos a nuestras ideas y emociones sosegarse naturalmente, en un estado de confort natural.
Hay un dicho maravilloso de los grandes maestros del pasado. Recuerdo que cuando lo oí por primera vez fue como una revelación, porque en estas dos frases se muestra a la vez lo que es la naturaleza de la mente y como permanecer en ella, lo que constituye la práctica de la meditación. En tibetano es precioso, casi musical: chu ma ñok na dang, sem ma chö na de. A grosso modo significa: “El agua, si no la agitas, se aclara; la mente, cuando no se la altera, encuentra su propia paz natural”.

Lo increíble a propósito de esta instrucción es el énfasis en la naturalidad y en que dejemos que la mente simplemente sea, sin alteraciones y sin cambiar nada en absoluto. Nuestro verdadero problema es la manipulación, la fabricación, y que pensamos demasiado. Un maestro solía decir que la causa primordial de todos nuestros problemas mentales es que pensamos demasiado.

Como dijo Buda: “con nuestros pensamientos creamos el mundo”. Pero si mantenemos nuestra mente en un estado de pureza y le permitimos reposar, tranquilamente, en su estado natural, lo que ocurre al practicar es sumamente extraordinario.

La primera práctica en el camino budista de la meditación se llama “shamata” –en tibetano “shiné”-, morar en calma o “meditación de la tranquilidad.” Cuando empezamos, es una práctica de atención. La práctica de shamata puede ser con un objeto o soporte o sin él. A veces usamos una imagen de Buda como objeto o, al igual que sucede en todas las escuelas budistas, observamos la respiración levemente y con atención. El problema para todos nosotros es que nuestra mente siempre está distraída. Y cuando está distraída, la mente crea pensamientos sin cesar. No hay nada en lo que no pueda pensar o hacer. Si nos fijáramos, veríamos el poco discernimiento que tenemos, y las muchas veces que simplemente dejamos surgir todo tipo de pensamientos y nos perdemos en ellos. Se ha convertido en la peor de todas las malas costumbres. No tenemos disciplina, así como tampoco disponemos de ningún medio para fijarnos en qué tipo de pensamientos nos ocupan; surja lo que surja, nos dejamos arrastrar por una espiral de historias e ilusiones que nos tomamos tan en serio que, no tan sólo nos las creemos, sino que se vuelven parte de nosotros mismos.

Por supuesto, no deberíamos reprimir nuestros pensamientos y emociones, pero tampoco deberíamos complacernos en ellos. Lo que ocurre es que nos hemos complacido en exceso a la hora de pensar. El resultado son las enfermedades mentales, e incluso físicas.
Muchos médicos tibetanos han notado la preeminencia en el mundo moderno de desórdenes debidos a desequilibrios del prana o aire interno, causados por un exceso de agitación, preocupaciones, ansiedad y pensamientos, que se añaden a la velocidad y a la agresividad que dominan nuestras vidas. Lo que necesitamos de veras es tan sólo paz. Es por esta razón que nos damos cuenta que sentarnos, aunque solo sea un momento, inspirar y expirar dejando a nuestros pensamientos y emociones posarse tranquilamente, puede constituir un maravilloso descanso.

Cuando nos abandonamos a la distracción y a pensar en exceso sin prestar
atención, cuando nos perdemos en pensamientos e invitamos a los problemas
mentales y a la angustia, el antídoto a aplicar es la atención. La disciplina de la práctica de shamata es hacer que la mente vuelva una y otra vez a la respiración.

Si estás distraído, en el instante en que te des cuenta, sencillamente vuelve a
centrarte en la respiración. No hay que hacer nada más. Incluso preguntarse: “¿por qué diablos me he distraído tanto?” es otra distracción. La simplicidad de la atención, de volver a traer continuamente la mente a la respiración, la calma progresivamente. Cuando intentas acostar a un niño, lo que le apetece es ponerse a jugar y, si le haces caso, se excitará cada vez más y nunca querrá irse a la cama.

Tienes que cogerlo en brazos y quedarte un rato con él, tranquilamente atento, y entonces acabará por calmarse. Con la mente ocurre exactamente lo mismo: no importa lo agitada que esté, sigue trayéndola de vuelta, una y otra vez, a la simplicidad de la respiración. Gradualmente, la mente se aquietará en la mente.

Al principio, claro, puede que nos sintamos un tanto extraños, creyendo que al observar tenemos el acto de respirar, quién respira y la respiración, cada uno por su lado. Pero lentamente, a medida que perfeccionemos la práctica y que nuestra mente se aquiete, el acto de respirar, quién respira y la respiración se volverán uno y, al final, será como si nos hubiéramos convertido en la respiración.

Los maestros siempre aconsejan que al practicar la meditación del “permanecer en calma”, lo importante es no concentrarse excesivamente. Por esta razón recomiendan poner tan sólo un 25 % de la atención en la respiración. Pero entonces, como puedes haber notado, la atención por sí sola no es suficiente. Mientras que se supone que estás observando tu respiración puede suceder que, tras unos pocos minutos, te encuentres jugando un partido de fútbol o protagonizando tu propia película. Por lo tanto, hay que dedicar otro 25% a una conciencia continua y vigilante que supervisa y comprueba si sigues atento a la respiración. El otro 50% de tu atención lo dejas permanecer, espaciosamente. Por supuesto, la exactitud de los porcentajes no es tan importante como el hecho de que estos tres elementos –atención, conciencia y espaciosidad- estén presentes.


La espaciosidad es realmente maravillosa. A veces, el simple hecho de ser
espacioso basta para sosegar nuestra mente. La espaciosidad capta toda la esencia de la meditación; también es la generosidad de base de la meditación. En la práctica de shamata, cuando conseguimos aliar la espaciosidad a la atención puesta en la respiración, la mente se va calmando progresivamente. Y al calmarse, ocurre algo extraordinario: todos nuestros aspectos fragmentados vuelven a casa y nos unificamos. La negatividad y la agresividad, el dolor, el sufrimiento y la frustración se desvanecen de verdad. Experimentamos una sensación de paz, de espacio y de libertad y, como resultado de este aquietamiento, surge una profunda tranquilidad.

Según vamos perfeccionando esta práctica y nos unificamos con la respiración, al cabo de un tiempo, incluso la respiración en sí como objeto de atención en nuestra práctica, se disuelve y nos encontramos reposando en el momento presente. Este es el estado de estar centrado en un único punto que constituye el fruto y la finalidad de shamata. Permanecer en el momento presente y en la tranquilidad es un excelente logro, pero volvamos al ejemplo del vaso de agua turbia: si la dejas quieta, la suciedad se irá al fondo y el agua recuperará su nitidez, pero a pesar de ello, la suciedad seguirá estando ahí, en el fondo. Si un día la remueves de nuevo, la suciedad se pondrá de manifiesto una vez más. Mientras cultivemos la tranquilidad, es posible que disfrutemos de paz, pero cada vez que nuestra mente se agite un poco, los pensamientos engañosos volverán a invadirnos.

Permanecer en el momento presente de shamata no va a permitirnos evolucionar ni tampoco nos va a conducir a la iluminación o a la liberación. El momento presente se vuelve un objeto muy sutil y la mente que mora en el momento presente, un sujeto sutil. Mientras permanezcamos en el terreno del objeto-sujeto, la mente seguirá en el mundo conceptual ordinario del samsara.

A través de la práctica de permanecer en calma, nuestra mente se ha apaciguado en un estado de tranquilidad y ha hallado estabilidad. Al igual que la imagen de una cámara fotográfica se vuelve nítida al enfocarla, la atención centrada en un punto de shamata, permite que surja una creciente claridad de la mente. Según van desvaneciéndose gradualmente los oscurecimientos y el ego y su tendencia al aferramiento empiezan a disolverse, la “visión clara”, o “vislumbre” de vipashyana, -en tibetano lhak tong- se manifiesta. En ese momento ya no necesitamos el ancla que supone morar en el momento presente y podemos progresar avanzando, yendo incluso más allá de nuestro yo, hacia la apertura que representa la sabiduría que comprende la ausencia de ego. Esto es lo que va a arrancar de cuajo la ilusión y a liberarnos del samsara.

Examinemos el impacto de esto sobre la forma en que manejamos los
pensamientos y las emociones. Al empezar, sin ninguna seguridad o base, nuestros pensamientos nos invaden y nos dispersan; es por esta razón que en la práctica de la atención nos centramos en un objeto: la respiración.

Pero sean cuales sean los pensamientos que surjan, todos surgen de nuestra mente y de ningún otro sitio, de una forma tan natural como los rayos emanan del sol o como hay olas en el océano. Al estar ahora, pues, en un estado de permanecer en calma, todo lo que surge de nosotros –que nunca ha existido al margen de nosotros mismos- va a encontrarse con una persona diferente. Ya no hay razón para tener miedo de perder el equilibrio o de distraernos; no tenemos porque seguir obstaculizando lo que surge, ahora que la apertura de la visión profunda se ha manifestado. Nos hemos convertido en una roca que hace frente al viento y las tormentas, a diferencia de la pluma que éramos antes, arrastrada de un lado a otro por la brisa. Todo lo que tenemos que hacer ahora es mantener nuestra conciencia.

Cuando un pensamiento surja desde el estado de quietud, si simplemente lo reconocemos con esta conciencia, volverá a disolverse en la naturaleza de la mente. Los pensamientos y las emociones se vuelven como las olas en el mar, elevándose y disgregándose de nuevo en su propia inmensidad y nosotros nos volvemos como el mar mismo, extenso, espacioso y plácido. No nos queda nada más por hacer: tan sólo mantener esta conciencia.

Por supuesto, para un principiante el riesgo es que aquello que surja le
Desestabilice y desencadene sus viejas costumbres. En el momento en que lo que surge es visto como algo separado, nos hemos perdido y por lo tanto, en este momento tan crucial antes de que se convierta en un pensamiento, debemos mantener la conciencia. Necesitamos, pues, ser conscientes de nuestra conciencia, contar con un recuerdo natural que nos haga volver en cada ocasión y sin el cual seremos arrastrados.

Lo que estoy describiendo aquí es un proceso que se conoce por quietud,
movimiento y conciencia (ne gyu rig sum), y que adquiere un significado cada vez mayor a medida que alcanzamos etapas más profundas de comprensión. Según avanzamos, permitiendo a lo que surge disolverse y liberarse a la luz de nuestra conciencia, realzaremos y prolongaremos esta quietud, al igual que las olas no hacen más que realzar la belleza del mar. A través de la conciencia de la visión clara y la sabiduría que comprende la ausencia de ego, llegamos a la naturaleza de la mente. Según vayamos progresando, tendremos profundas intuiciones sobre la naturaleza de la realidad, así como sobre nosotros mismos ya que, a medida que la dualidad sujeto-objeto se disuelve, alcanzamos el estado de no-dualidad.

Llegados a este punto, nos encontraremos en un estado de profunda paz. Ñoshul Khen Rimpoché solía hablar de la Gran Paz Natural –rang shin shiwa chempo- , la profunda paz de la naturaleza de la mente, la paz de Madyamika, Mahamudra y Dzogpachempo. Tal como dijo Buda: “el nirvana es la verdadera paz”. Cuando llegas a la paz de la naturaleza de la mente, descubres la extensa expansión de la gran apertura. Es como cuando las nubes se dispersan y dejan al descubierto un cielo abierto infinito; a medida que los pensamientos y las emociones similares a las nubes se disuelven a través de la práctica de la meditación, lo que queda al descubierto es la naturaleza de la mente similar al cielo.
Brillando en este cielo se encuentra el sol de nuestra naturaleza búdica, nuestra bodichita, la esencia de la iluminación. El sol conlleva dos maravillosas cualidades: el calor y la luz. Su resplandeciente luz se asocia a la sabiduría, y su calor al amor y la compasión. Si preguntáramos ¿qué es la mente de Buda?, es exactamente eso: sabiduría y compasión. Y, como las enseñanzas afirman que todos tenemos la naturaleza búdica, todos somos budas en potencia. Cuando purificamos nuestra mente, se convierte en sabiduría y cuando purificamos nuestro corazón, éste se convierte en amor y compasión. Si purificáis vuestros pensamientos, esta inteligencia pura, que deja de estar oscurecida por la ignorancia, es la sabiduría. Cuando las emociones han sido purificadas, surgen en forma de compasión.

Por lo tanto, a través de esta práctica podemos llegar a la pureza profunda de la naturaleza de la mente, esta gran paz de la que Buda habló en el momento de su iluminación, hace aproximadamente dos mil quinientos años, bajo el árbol de Bodi, en el lugar que se conoce hoy en día como Bodgaya. Sus primeras palabras fueron:

“Paz profunda, simplicidad natural, luminosidad no compuesta...”

Con estas palabras, solía decir Dilgo Khyentse Rimpoché, Buda proclamó la esencia de su iluminación, que es el estado de Dzogpachempo, la Gran Perfección. Esta profunda paz es a lo que intentamos llegar a través de la práctica. De hecho, “domesticar la mente” se logra por completo al reconocer esta paz. Fíjate como cuando nos sentimos conmovidos o inspirados por el amor, nos sentimos totalmente desarmados. Del mismo modo, cuando reconocemos la naturaleza de la mente a través de esta práctica, nuestros pensamientos y emociones corrientes se desarman y se disuelven. Entonces un amor y una compasión tremendos irradian de nosotros mismos, al igual que el sol lo hace con todo su calor.

En cuanto entramos en contacto con la pureza de nuestra naturaleza intrínseca, nuestra naturaleza búdica, lo que se pone al descubierto es nuestra bondad fundamental, nuestro buen corazón. Sencillamente, exudamos bondad, compasión y amor. Y así, no sólo entramos en contacto con nosotros mismos, sino que lo hacemos enteramente con los demás. Sientes que realmente eres uno con los demás. Ya no hay barrera alguna que se interponga entre tú y los demás; ni tan siquiera la barrera que pueda haber entre tu y tu mismo. A menudo las barreras, al igual que los problemas, provienen de uno mismo, estamos en guerra con nosotros mismos.

Ahora, con esta práctica, a medida que la tenaza del ego se afloja y que nuestra tendencia a aferrar se evapora, los conflictos, sufrimientos y dolores propios de la fragmentación y de la lucha con nosotros mismos, se disuelven. Por primera vez, un perdón profundo y fundamental hacia nosotros mismos se hace factible. Al mismo tiempo, las esperanzas, miedos y angustias se evaporan, y con ellos todos esos sentimientos -como el estar bloqueado y cerrado en banda, el no estar en contacto ni con nuestros propios sentimientos-, que nos impiden ser felices.
Lo que puede aportarnos esta práctica es increíble. Cada vez que escucho esta enseñanza de Buda, transmitida por los grandes maestros, y siento su autenticidad resonando en mi propio corazón, por la poca práctica que conozco, siento su enorme bendición. Lo más extraordinario es que realmente podemos experimentar la verdad de esta enseñanza. No es algo que se base tan sólo en creencias o en la fe, sino algo que puedes saborear y comprender por ti mismo.
¿Qué ocurrirá cuando lo experimentes? Sentirás la enorme compasión y el amor de los budas y una irresistible gratitud hacia ellos. Y lo que desearás por encima de todo, será compartirlo y ayudar a todos los seres a liberarse del sufrimiento y a adquirir la felicidad última, esta gran paz natural, la paz de Buda. Así que cada vez que experimentes esta clase de paz –aunque sólo sea un poco- en tu meditación, reza desde lo más profundo de tu corazón, como en la práctica de la bodichita, en los preliminares del Dzogchen Longchen Ñingtik:

“Hipnotizados por la inmensa variedad de percepciones que son como el reflejo ilusorio de la luna en el agua,

Los seres vagan sin cesar perdidos en el círculo vicioso del samsara.

Para que puedan encontrar consuelo y bienestar en la luminosidad y el espacio que todo lo abarca de la verdadera naturaleza de sus mentes,

Engendro el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad inconmensurables de la mente iluminada, la esencia de la bodichita.”

Tu deseo es que todos los seres encuentren paz y felicidad, en la verdadera
naturaleza de su mente. Tengo la impresión de que en este siglo XXI, lo que mucha gente está buscando es la verdad que reside en ellos mismos. Todo el mundo parece preguntarse: “¿Quién soy?” y aspira fervientemente a comprender la autenticidad de su propio ser, más allá del yo egótico.

Mediante esta práctica, puedes llegar a experimentar tu verdadera naturaleza y, cuando la experimentes, tu mayor deseo será que los demás hallen también esta clase de comprensión al saber que, además de mostrarnos quienes somos realmente, esta comprensión nos libera de nosotros mismos.

Me parece importantísimo que contemos con una práctica como ésta. Todos
deseamos paz. Todos ansiamos sentirnos bien, ser un buen ser humano, tener un corazón cálido y ser buenos, pero a menudo no sabemos cómo. Hay demasiadas cosas poblando nuestra mente y nuestro corazón parece estar siempre bloqueado.

No somos libres, y en medio de toda esta confusión, sufrimiento y dolor, perdemos fácilmente las esperanzas y nos sumimos en la desesperación. Sin embargo, el hecho de oír la sabiduría y la compasión presentes en esta enseñanza y saber que empiezan a abrir el ojo de nuestra sabiduría y nuestro corazón y nuestra mente a nuestra verdadera naturaleza y a la verdadera naturaleza de todo, puede llenarnos de alegría, de inspiración y de esperanza.
Mediante la práctica, puede ser que experimentemos un poco de esta paz mental, pero no podemos permanecer indefinidamente en este estado. Volvemos a caer en nuestra forma cotidiana de funcionar y nuestros esquemas mentales, que estaban esperando poder reaparecer. Es ahora cuando debemos estar más atentos que nunca y recordar constantemente que esta mente es como un cristal claro y puro.

Al igual que un cristal adquiere el color de cualquier superficie donde se ponga, la mente se transforma exactamente en lo que permitimos que la ocupe en cada momento. La mente en sí misma está más allá de elección, más allá de la dualidad entre bueno y malo. Como dijo Buda: “con nuestros pensamientos creamos el mundo” y somos los creadores de este mundo que disfrutamos o sufrimos, un mundo de fenómenos kármicos modelado por nuestros pensamientos y actos.

No obstante, una vez que hayas probado un poco de esta paz y adquirido esta
visión, tendrás ganas de hacerte la promesa de no volver atrás nunca más. En la práctica budista de la confesión, que consiste en reconocer y purificar la
negatividad y los errores, se habla de “cuatro poderes”: el poder de la presencia, que hace alusión a la presencia de los Budas; el poder del arrepentimiento, que consiste en el sentimiento de arrepentimiento con respecto a los errores que hayamos cometido; el poder de la resolución que consiste en decidir no volver a hacerlo nunca más; y el poder del método, que es la práctica – sea la que sea – que efectuamos para purificar el daño hecho.

De hecho en la práctica dzogchen confesamos el daño en la Darmadatu, el espacio que todo lo abarca de la naturaleza de la mente. Purificamos todos nuestros pensamientos negativos en la pureza de nuestra naturaleza inherente, y toda su oscuridad es purificada por esta luz. Al confesar, tomamos la firme resolución de no volver a caer en la oscuridad de lo negativo y de mantener nuestro corazón y nuestra mente puros. Porque ahora entendemos más que nunca que “somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos creamos el mundo. Habla o actúa con una mente impura y los problemas serán el resultado... Habla o actúa con una mente pura y la felicidad será el resultado...”

En todo caso, cuando mediante la meditación alcanzas el estado de bondad de la naturaleza de la mente, lo que quiera que digas será bondad, lo que quiera que veas será bondad, lo que quiera que toques será bondad, porque tú serás bondad. Serás naturalmente puro y ello no puede más que manifestarse a través de todo lo que hagas, pienses o digas.

Cuando pienso en Jamyang Khyentse Chöki Lodrö, Dudjom Rimpoché, Dilgo Khyentse Rimpoché y todos los grandes maestros, me pregunto cómo podían ser constantemente como son. ¿Cómo es posible que hagan lo que hagan suponga un beneficio para los seres? La respuesta es: porque se encuentran permanentemente en el estado de bondad. Por eso nos inspiran y nos llenan de esperanza.
Cuando la gente corriente como nosotros ve a Su Santidad el Dalai Lama, se despierta en nosotros la esperanza en la humanidad, y ver que existe semejante ser humano, aporta la comprensión de que nosotros también podemos convertirnos en un buen ser humano como él.

Los grandes practicantes, mujeres o hombres, encarnan este mismo tipo de bondad y hagan lo que hagan resulta benéfico, porque siempre están en este estado, gracias a la disciplina que consiste en mantener la pureza de la mente. No se pervierten bajo ningún concepto, permanecen siempre puros y actúan motivados por esta bondad en la que permanecen sólidamente anclados.

Lo cierto es que a veces nos sentimos en contacto con nosotros mismos, con los demás, con el universo, y tenemos verdaderamente la oportunidad de
experimentar una profunda paz interior. Cualquiera que haya tenido la suerte de vivir un poco esta paz interior, debería de tomar la firme resolución de mantenerla, no sólo por su propio bien, sino por el del mundo. Cuando te encuentras en este estado, lo extraordinario es que, aunque no hagas gran cosa, tu ser por sí mismo puede beneficiar a los demás, sin siquiera pretenderlo, en tanto que mantengas esta bondad y pureza en tu mente y tu corazón, en tu motivación y en tu existencia. Y si queremos infundir una fuerza especial a nuestros actos, podemos invocar la bendición de todos los budas y maestros. Se dice que una de las cualidades de los budas es que en cuanto los invocamos, están ahí. A lo mejor piensas: “¿Cómo puede alguien como yo merecer que los budas le dediquen un poco de su tiempo?”. El mismísimo Buda dijo: “Quienquiera que piense en mí, me tiene enfrente.” Y Guru Padmasambhava prometió: “Nunca estoy lejos de los que sienten devoción por mí, pero tampoco estoy lejos de los que no la sienten”. Tal es
la compasión de los budas.

Buenos o malos en apariencia, todos podemos recibir sus bendiciones. Seamos lo que seamos, sólo es temporal; todas nuestras ilusiones pueden purificarse porque nuestra naturaleza fundamental es buena. Puede que las nubes oscurezcan el cielo, pero basta con ir más allá de ellas para darnos cuenta de que hay un cielo infinito que nunca ha sido tocado por esas nubes. El ejemplo que se usa habitualmente en el dzogchen es el del espejo: nuestra verdadera naturaleza es como un espejo, refleja todo tipo de cosas, pero lo bonito es que lo reflejado jamás podrá ensuciar el espejo. Así que, sea cual sea nuestra apariencia, nuestra verdadera naturaleza es pura e impoluta. Cuando se dice que todos tenemos la naturaleza de Buda, de hecho es cierto. Se dice que ni tan siquiera los budas pueden mejorar la naturaleza de Buda; y que nosotros, los seres humanos, con toda nuestra confusión y negatividad, no podemos empeorarla. Esto significa que es intocable, inmutable, no creada. Es en verdad nuestra auténtica naturaleza, algo que nunca puede ser manchado o menguado. Es una bondad inalterable.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Mantra "Vajra Armor": Curso de Retiros con Acharya Dawa Chhodak Rinpoche

REGLAS PARA LA RECITACIÓN DEL MANTRA:
De los 10 errores al recitar el mantra, cinco son del sonido mismos y los otros cinco son causados por obstáculos.

I. Cinco Errores Relacionados con el Sonido
1. No demasiado fuerte - el sonido no debe rebasar el cuello
2. No demasiado suave - debe ser audible (no silencioso)
3. No demasiado rápido - debe enunciarse claramente cada sílaba
4. No demasiado despacio
5. Durante la recitación, no soplar para apagar ninguna llama

II. Cinco Errores Causados por Obstáculos (de acuerdo con Naropa):
6. Toser - si se tose, retrasar 5 cuentas del mala
7. Estornudar o bostezar - retrasar 10 cuentas
8. Cabecear (adormecerse) - regresar a la cuenta del comienzo
9. Distraerse, perder concentración, hipo - retrasar 25 cuentas
10. Hablar - comunicación ordinaria - reportarse con el Mentor Vajra para el remedio
a. hablar con uno mismo (sin apoyo)
b. hablar en sueños
c. hablar con otro (con apoyo)




INSTRUCCIONES PARA EL RETIRO EN SILENCIO

En el Retiro del Mantra "Vajra Armor", la ruptura de la samaya del habla incluye los siguientes tipos de vocalización: cualquier vocalización audible tales como palabras, exclamaciones, sonidos como "oh" "mm", etc.; respiraciones o suspiros audibles, quejidos, risas, susurros, hablar abiertamente en el sueño (si se recuerda). En suma, cada vez que se activa el chakra de la garganta y vibran los nadis. Los pensamientos acerca de hablar no se consideran como tales toda vez que no han activado la acción de la palabra.

El abstenerse de cualquier tipo de plática ordinaria durante este retiro es la clave para obtener resultados en la práctica. Se dice en los tantras que un retiro silencioso de tres días tiene tanta potencia como un retiro de tres años que permita hablar. Esto puede sonar como algo fácil al principio, pero uno termina dándose cuenta que se trata de una austeridad difícil de practicar, especialmente en nuestro mundo moderno.

Al abstenerse de cualquier tipo de vocalización, excepto la del mantra, la resonancia de los sonidos primordiales sagrados puede tener un efecto de purificación sobre el sistema de la energía sutil. Si se emiten sonidos ordinarios, la energía del mantra se puede disipar y fugarse a través de las palabras, debilitando el poder de la práctica. Por esto es importante estar muy atento durante el retiro para prevenir "accidentes" que activarían el prana en el chakra de la garganta de manera ordinaria. Esto se convierte después en una resquebrajadura de la samaya, disminuyendo las bendiciones del mantra y del linaje, y dificultando el logro del mantra a plenitud.

En los niveles iniciales de la práctica, se debe reportar cualquier estropicio de la samaya del mantra a Lama Dawa Rimpoché quien prescribirá en consecuencia un "remedio" para reparar el error restableciendo la samaya. Es por lo anterior que resulta crucial realizar este retiro con la presencia del Maestro Vajra, que está literalmente asumiendo la responsabilidad de reparar todos nuestros errores para que tengamos la mayor probabilidad de éxito. Al comienzo se nos permite un cierto margen de error durante los retiros, pero al ir progresando hacia los niveles más avanzados se irán aplicando mayores restricciones.

Se realizarán pruebas en el último día del retiro para medir el grado de logro de cada asistente. Estas pruebas están enumeradas en los textos tántricos. El pasarlos es una señal de que las bendiciones del mantra y el linaje han purificado la energía hasta cierto grado, lo que significa que habrá resultados reales cuando se use el mantra para beneficiar a otros.
Entre más pruebas se pasen, en otras palabras, entre más poder mantra o "ngak" se tenga, más poderosos serán los resultados cuando se use el mantra de diversas maneras. Si no se pasan las pruebas, deberá repetirse este retiro hasta que, de acuerdo a las instrucciones de Lama Dawa Rimpoché, uno sea capaz de hacerlo.

D A N A

¿QUE ES DANA?

Dana es la práctica de desarrollar las cualidades de la generosidad, la gentileza, y de soltar o dejar ir. Desarrollamos esas cualidades porque ellas constituyen el terreno fértil para que la sabiduría liberadora arraigue profundo en nuestros corazones. A menudo nuestra práctica de la generosidad y gentileza viene de nuestras tendencias rutinarias, porque es una costumbre, por sentimientos de culpa, o simplemente porque “es bueno” hacerlo. El darnos la oportunidad de hacer de dana una práctica de concienciación, permite sacarla de los hábitos inconscientes hacia la región de la atención consciente. En esta práctica consciente de la generosidad, comenzamos a ver cómo nuestras vidas pueden elevarse cuando usamos esta consciencia despierta en oportunidades de ser generosos, amables, y soltar o dejar ir. El dana debe entenderse como práctica. Dana no es una propina, no es un intercambio por recibir las enseñanzas del Buda. Es una manera mediante la cual expresamos gratitud y practicamos nuestra amabilidad, generosidad y soltamos o dejamos ir, pero conscientemente.
Cuando practicamos la generosidad, se desarrollan muchas cualidades en la mente que nos conducen a una felicidad y libertad cada vez más profundas. Estamos cultivando la bondad amorosa porque nos ocupamos de la prosperidad y bienestar de otros. Estamos cultivando la compasión porque queremos aliviar cualquier sufrimiento. Estamos cultivando la comprensión de la interdependencia porque nos damos cuenta que nosotros mismos dependemos de la generosidad de otros, y que otros dependen de la nuestra. Pero más que todo, estamos cultivando el desapego, la capacidad de soltar, misma que es esencial para entender y experimentar la libertad del sufrimiento.

¿TENGO QUE HACER UNA OFRENDA DE DANA?

Estas ofrendas son totalmente voluntarias, y cualquier cantidad ofrendada queda a la entera discreción de cada individuo.

¿LOS MAESTROS RECIBEN UNA COMPENSACION MONETARIA POR SU SERVICIO EN UNA ENSEÑANZA DANA ADEMAS DE ESTAS OFRENDAS?

Los maestros no reciben ninguna compensación - ni monetaria ni de otro tipo. El donativo a las enseñanzas cubre los costos de materiales y alimentación, los de operación y mantenimiento del centro, así como los propios de la organización del evento (publicidad, correo, teléfono, etc.) y de transportación de los maestros. Las ofrendas dana son el único soporte financiero para los maestros Dharma de tiempo completo. No existe ninguna organización o fundación que apoye a estos maestros. Cada vez que van a enseñar a cualquier lugar, aun en su propia localidad, simplemente aceptan cualquier dana que se les ofrende y “la hacen rendir”. Debido a que han elegido dedicar su vida enteramente a la práctica y a compartir el Dharma, se necesita esta clase de confianza. Alguna vez alguien llamó a esto “una confianza radical”, simplemente porque está mucho más allá de lo ordinario.

SIENDO PRACTICOS. DENME UNA IDEA DE CUANTO DEBO OFRENDAR.

Nos ayuda tener una idea exacta de la vida de un maestro Dharma; es en mucho como la de cualquier persona promedio: viven en una casa por la que pagan o renta o hipoteca. Pagan tenencia y seguro de automóvil, despensa, vestido, gastos fijos, seguro de salud, etc.
También nos ayuda preguntarnos en cuanto valoramos esta experiencia que nos permite entender el Dharma profundamente en nuestro corazón. Podemos comparar esto con otras experiencias, como el asistir a diversos talleres, ir al cine, salir a cenar, o vacacionar un fin de semana. Eso es lo que le da forma a la práctica dana… que tenemos que ejercitar sabiamente nuestra atención y nuestra conciencia discriminatoria sobre el acto total de dar, de soltar y dejar ir.
También es igualmente importante ser prácticos en cómo afecta el dana a nuestro presupuesto. La generosidad, la sabiduría y la compasión hacia todos los seres (incluido uno mismo) - todo esto -, entra en consideración al hacer una ofrenda.

¿CUANDO Y A QUIEN HAGO LA OFRENDA DANA?

Al final de la enseñanza, existe oportunidad de practicar el dana hacia aquellos que te han apoyado en tu práctica. Puedes practicar dana hacia los maestros que han ofrecido las enseñanzas, y también al personal del centro que practica el camino del servicio manteniendo el centro Dharma, y mediante un apoyo directo en las tareas durante el evento. La ofrenda de las energías de todos estos individuos es su práctica de dana hacia ti y todos los seres sintientes.

Itinerario de LAMA DAWA en Ensenada, BC - Enero 17 al 28 del 2008 (Sujeto a modificaciones por indicaciones del Lama)

Itinerario de LAMA DAWA en Ensenada, BC - Enero 17 al 28 del 2008 (Sujeto a modificaciones por indicaciones del Lama)

Durante Diciembre y Enero se dará un curso introductorio a los temas que abordará Lama Dawa en el recinto del Yeshe Nyingpo en La Milpa

Jueves 17
9am -12md / Votos de Refugio, previa cita al tel. 176-7848 con Padma
Cada media hora. Se ampliará al día siguiente si no alcanzan todos.
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el significado del Refugio

Viernes 18
9am –12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre Ngondro Especial del Linaje del Tesoro de Dudjom

Sábado 19
9am –12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el Ngondro Ordinario: Los Cuatro Recordatorios que giran la mente hacia el Dharma

Domingo 20
9 -12am y 2 - 5pm Práctica Intensiva de Ngondro

Lunes 21
9am – 12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre el Bodhicitta – el cultivo de la mente compasiva

Martes 22
9am – 12md / Entrevistas para Consulta del Espejo, previa cita al tel. 176-7848 con Padma Khandro
6pm - 9pm Enseñanzas sobre Acumulación de Mérito – el cultivo de la generosidad

Miércoles 23. Descanso y Preparativos para el Retiro

Jueves 24 – Lunes 28 // Retiro Vajra Armor: Primer Nivel. Leer información en el Blog en la sección correspondiente.




DE LOS DONATIVOS SUGERIDOS (leer documento sobre práctica del DANA).
Dana para Enseñanza y Práctica:
$15 US/sesión individual ($10 asistentes a Retiro)
$70 US por las 6 sesiones ($50 asistentes a Retiro) x pago anticipado.
Dana en Consultas del Espejo: $15 US por pregunta
DE LOS LUGARES.
Lugar de Entrevistas. Se confirmará oportunamente
Lugar de Enseñanzas y Práctica. Salón Interior en La Milpa Av. Espinoza #246 sujeto a cambio por indicaciones del Lama y si el cupo es rebasado.
Lugar para Retiro: Centro de Retiros Católico “Santa María” en San Antonio de las Minas, ubicado a 30 min. de la Ciudad de Ensenada
DEL CUPO DE ENSEÑANZAS y PRÁCTICA. Limitado a 25 personas. Se sugiere inscripción anticipada.
DEL RETIRO. Leer las instrucciones directamente en el Blog en la sección correspondiente al retiro.

lunes, 3 de diciembre de 2007

REGLAS PARA LA RECITACION DEL MANTRA DURANTE EL RETIRO

MANTRA "Vajra Armor":
Curso de Retiros con Acharya Dawa Chhodak Rinpoche

REGLAS PARA LA RECITACIÓN DEL MANTRA:
De los 10 errores al recitar el mantra, cinco son del sonido mismos y los otros cinco son causados por obstáculos.

I. Cinco Errores Relacionados con el Sonido
1. No demasiado fuerte - el sonido no debe rebasar el cuello
2. No demasiado suave - debe ser audible (no silencioso)
3. No demasiado rápido - debe enunciarse claramente cada sílaba
4. No demasiado despacio
5. Durante la recitación, no soplar para apagar ninguna llama

II. Cinco Errores Causados por Obstáculos (de acuerdo con Naropa):
6. Toser - si se tose, retrasar 5 cuentas del mala
7. Estornudar o bostezar - retrasar 10 cuentas
8. Cabecear (adormecerse) - regresar a la cuenta del comienzo
9. Distraerse, perder concentración, hipo - retrasar 25 cuentas
10. Hablar - comunicación ordinaria - reportarse con el Mentor Vajra para el remedio
a. hablar con uno mismo (sin apoyo)
b. hablar en sueños
c. hablar con otro (con apoyo)



INSTRUCCIONES PARA EL RETIRO EN SILENCIO

En el Retiro del Mantra "Vajra Armor", la ruptura de la samaya del habla incluye los siguientes tipos de vocalización: cualquier vocalización audible tales como palabras, exclamaciones, sonidos como "oh" "mm", etc.; respiraciones o suspiros audibles, quejidos, risas, susurros, hablar abiertamente en el sueño (si se recuerda). En suma, cada vez que se activa el chakra de la garganta y vibran los nadis. Los pensamientos acerca de hablar no se consideran como tales toda vez que no han activado la acción de la palabra.

El abstenerse de cualquier tipo de plática ordinaria durante este retiro es la clave para obtener resultados en la práctica. Se dice en los tantras que un retiro silencioso de tres días tiene tanta potencia como un retiro de tres años que permita hablar. Esto puede sonar como algo fácil al principio, pero uno termina dándose cuenta que se trata de una austeridad difícil de practicar, especialmente en nuestro mundo moderno.

Al abstenerse de cualquier tipo de vocalización, excepto la del mantra, la resonancia de los sonidos primordiales sagrados puede tener un efecto de purificación sobre el sistema de la energía sutil. Si se emiten sonidos ordinarios, la energía del mantra se puede disipar y fugarse a través de las palabras, debilitando el poder de la práctica. Por esto es importante estar muy atento durante el retiro para prevenir "accidentes" que activarían el prana en el chakra de la garganta de manera ordinaria. Esto se convierte después en una resquebrajadura de la samaya, disminuyendo las bendiciones del mantra y del linaje, y dificultando el logro del mantra a plenitud.

En los niveles iniciales de la práctica, se debe reportar cualquier estropicio de la samaya del mantra a Lama Dawa Rimpoché quien prescribirá en consecuencia un "remedio" para reparar el error restableciendo la samaya. Es por lo anterior que resulta crucial realizar este retiro con la presencia del Maestro Vajra, que está literalmente asumiendo la responsabilidad de reparar todos nuestros errores para que tengamos la mayor probabilidad de éxito. Al comienzo se nos permite un cierto margen de error durante los retiros, pero al ir progresando hacia los niveles más avanzados se irán aplicando mayores restricciones.

Se realizarán pruebas en el último día del retiro para medir el grado de logro de cada asistente. Estas pruebas están enumeradas en los textos tántricos. El pasarlos es una señal de que las bendiciones del mantra y el linaje han purificado la energía hasta cierto grado, lo que significa que habrá resultados reales cuando se use el mantra para beneficiar a otros.

Entre más pruebas se pasen, en otras palabras, entre más poder mantra o "ngak" se tenga, más poderosos serán los resultados cuando se use el mantra de diversas maneras. Si no se pasan las pruebas, deberá repetirse este retiro hasta que, de acuerdo a las instrucciones de Lama Dawa Rimpoché, uno sea capaz de hacerlo.

DETALLES GENERALES DEL RETIRO

RETIRO “VAJRA ARMOR” o del “BLINDAJE DIAMANTINO”

El retiro comienza con un almuerzo a las 12 md. por lo que se recomienda que desayunen más temprano ese día. Las enseñanzas iniciarán a las 2 pm.
Asegúrense de llegar a las instalaciones puntualmente a mediodía para que puedan obtener su registro definitivo antes de que inicien las enseñanzas.
Lama Dawa empezará con enseñanza general para después impartir la facultación y la transmisión oral del “Vajra Armor” para todos aquellos que reciben esta enseñanza por primera vez. Luego efectuaremos la sadhana tsog o ceremonia con ofrenda conocida como “Lluvia de Bendiciones” previamente a levantar las fronteras del retiro. Habrá textos e instrucciones disponibles para que todos puedan participar.

COSTOS
El costo estimado, incluido alojamiento (4 noches) y alimentación (3 comidas), es de $100 US por los 4 días. Podría variar la componente de los alimentos toda vez que esta es la primera vez que se efectúa aquí este retiro por lo cual agradeceremos su comprensión y colaboración si esto llegara a suceder. Habrá opción vegetariana.
El alojamiento consta de cuartos de ocupación doble, con camas sencillas, con acceso a ducha caliente, cocina completamente equipada y salón de conferencias.
El donativo total al Lama es de $250 US general y $200 estudiantes. Se han depositado $100 US como parte de la inscripción, y el restante se ofrendará al Lama envuelto en una Katag (bufanda de seda o similar) al final del retiro. Habrá katags disponibles al momento del registro. Los textos necesarios para este Nivel I, estarán en carpetas para adquirirse al costo de sus materiales.

CANCELACIONES
El depósito de registro de $200 US con el que se reserva un lugar, sirve para dos propósitos: para pactar el compromiso de asistir como para solicitar al mentor imparta la enseñanza.
Si por cualquier razón se desea cancelar, este depósito inicial no será retornable. Solo $90 de los $100 US correspondientes al alojamiento serán devueltos si alguien más ocupa la nueva vacante. En cancelaciones de último minuto no será posible ningún tipo de devolución.
Se está haciendo un gran esfuerzo para hacer que estos eventos resulten lo más accesible económicamente posible y deben comprarse con anterioridad los insumos del retiro, efectuar depósitos para las instalaciones, etc.
Si alguien no ha depositado el total de los $200 US del registro para el 15 de Diciembre, se dará preferencia a quien, estando en la lista de espera, haga el depósito completo. Solo en este caso se hará la devolución completa de lo depositado en el registro inicial a quien no pudo cumplir este requisito. Las excepciones se tratarán de manera particular.

LA MONEDA DE ORO
Para aquellos que asisten al retiro por primera vez, deben saber que es parte de la tradición para recibir estas enseñanzas extraordinarias, ofrendar al preceptor del linaje una moneda de oro puro envuelta en un trozo de seda roja. Esta es una instrucción asentada en el texto original como necesaria para que se establezca la “samaya” (conexión sagrada entre mentor y estudiante) necesaria. Aquellos que ya la han ofrendado al Lama anteriormente, no necesitan hacerlo otra vez. El tamaño de la moneda no es importante, solo el hecho de que sea de oro puro.

AGUA CURATIVA “VAJRA ARMOR”
Durante este retiro se estará preparando agua con propósitos curativos imbuyéndola con el mantra. A cada participante se le dará una ampolla de “tintura madre” para llevar a casa. Para tal efecto cada quien deberá contribuir con una botella de agua potable.

FRONTERAS o DEMARCACIONES del RETIRO
Este retiro se lleva a cabo de la manera tradicional, lo que significa que se demarcarán límites o fronteras al iniciarse desde el primer día (Jueves), y los participantes no podrán establecer desde ese momento ninguna comunicación con el exterior, lo cual incluye teléfonos e Internet en cualquier modalidad. Se establece un confinamiento total delimitado por esas fronteras y nadie que no tenga que ver con el retiro será autorizado a entrar o salir durante el tiempo que este dure, a menos que ocurra una emergencia.
Es muy importante aceptar las reglas tradicionales de este tipo de retiros antes de registrarse. Las fronteras se levantarán al amanecer del Lunes lo que marca el final del retiro, y a partir de ese momento se restablece la comunicación con el exterior.

REGLAS DEL RETIRO
Este Retiro implica la recitación continua del Mantra “Vajra Armor” con una concentración unívoca. No se permitirá ninguna otra expresión verbal durante el tiempo que las fronteras del retiro permanezcan vigentes. El éxito de la práctica requiere que no se efectúe ninguna otra vocalización que la del mantra; esto incluye hablar, suspirar, reír, susurrar, y hasta hablar en sueños. Lama Dawa Rimpoché dará instrucciones precisas en como recitar el mantra y desarrollar una práctica exitosa.
Solo se podrán tomar notas y grabar las enseñanzas al comienzo y final del retiro, pero durante este, no se admite ninguna forma de escritura o grabación. Y toda vez que se trata de un retiro “cerrado”, no se permite la realización de otras prácticas o sadhanas. Si se tienen samayas de otros mantras o prácticas, se queda disculpado y se está exento del compromiso durante la realización del retiro.



QUE SE NECESITA TRAER

Será temporada de frío con posibles temperaturas entre los 0-10ºC
Bolsa de Dormir (Sleeping Bag) + cobija o cobertor adicional
Ropa y calzado cómodos y para el frío
Bata, Toallas y Sandalias de baño.
Utensilios y productos para la ducha y el aseo personal
Medicinas y Suplementos
Mudas de ropa: 3-4 (no hay servicio de lavandería) y saco para ropa sucia
Botellas adicionales de agua para uso personal
Mala (“rosario”) para llevar la cuenta de las recitaciones del mantra; se sugiere que tenga contadores. Cualquier mala es útil, pero se recomienda más el de tipo “rudraksha”.
Material para tomar notas o grabaciones (solo para el inicio y fin del retiro)
No se recomienda fumar pero habrá un área asignada para ello
Textos para la práctica del Tsog “Lluvia de Bendiciones” para Gurú Rimpoché, el “Dharmapala Damchen Kyitor” y el “Riwo Sangchod”. Estarán disponibles para que los adquiera quien no los tenga.